miércoles, 20 de enero de 2010

Una noticia (casi no difundida) y un par de reflexiones


El jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, vetó varias leyes referidas a la defensa de los Derechos Humanos (DDHH). Entre ellas, se encuentra la que creó nada menos que el Comité para la Prevención de la Tortura, destinado a prevenir tormentos en los lugares de detención e internación tanto públicos como privados.
“El Observatorio de Derechos Humanos rechaza categóricamente estos vetos que se suman a otros tantos publicados en los últimos días” con argumentos “vagos e inconsistentes, ocultando a la sociedad los verdaderos argumentos políticos e ideológicos que sustentan estas decisiones”, afirmaron en un documento.
El Observatorio de Derechos Humanos recordó que “para utilizar la facultad del veto se requiere expresar los fundamentos del mismo”, algo que no se dio en el análisis de este caso.
La ONG indicó que mediante el decreto 15/10 se vetó la ley que creaba el comité inscripto en tratados internacionales tales como la Convención contra la Tortura. Como si esto fuera poco, Macri también vetó una ley que otorga un subsidio a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh) y la norma que creaba el registro de ex presos políticos en el ámbito de la Subsecretaría de Derechos Humanos porteña.


Por supuesto que esta noticia no salió prácticamente en ningún medio. De todos modos, yo creo que aunque hubiera salido en los noticieros, el pensamiento de alguna gente hubiera sido: “a quién le interesa que les metan picana a esos villeros que te matan por $2? Quién va a mover un dedo para que no torturen a esas lacras si después de todo se lo merecen? La persona asaltada no tuvo derechos humanos cuando la robaron así que ellos tampoco se lo merecen. Tiene que haber derechos humanos para la gente de bien, no para los delincuentes. Los tendrían que matar, porque si van a la cárcel les pagamos la estadía todos nosotros con nuestros impuestos, los ciudadanos que trabajamos honestamente, y eso no es justo”.
Por suerte, hay otro tipo de gente. Gente que piensa que los derechos humanos no eligen a quién aplicarse, sino que la justicia, el estado, los debe poner en práctica frente a cualquier persona que tenga adelante. Por supuesto que los delincuentes no van a pensar en los derechos humanos de sus víctimas; qué esperaban? Si así fuera, no les robarían, ni los lastimarían, ni mucho menos los asesinarían. Pero para esos delitos existe un castigo, que se aplica por medio de un juicio y una condena. Nada más. Ni nada menos. El estado no puede ni debe ponerse a la altura de aquel que cometió el delito; sino sería el famoso “ojo por ojo, diente por diente”, sería venganza. Y la justicia no es venganza, es justicia.
Es gracioso, pero muchas veces me ha pasado que, cuando le digo a alguien estas últimas oraciones que acabo de escribir, me responden: “si vos fueras una víctima de la inseguridad, pensarías distinto”. Y mi respuesta siempre es la misma: yo fui víctima de la “inseguridad”, a mi me robaron más de una vez y nunca “pensé distinto”. La contraofensiva no se hace esperar, y me dicen: “pero vos nunca perdiste un ser querido. Si te mataran a alguien vas a ver cómo cambiarías tu manera de pensar, querrías ver que el asesino sufra”. Y la verdad es que una parte de lo que me dicen es cierta. Yo no perdí a ningún ser querido por ese motivo, y porque nunca me pasó es que no tengo ni la menor idea de cómo reaccionaría. Pero sé que hay muchas personas que perdieron familiares porque los asesinaron y jamás pidieron siquiera que los asesinos sufran torturas: se llaman Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Ellas nunca pidieron pena de muerte, ni tormentos, ni nada. Lo único que siempre pidieron es juicio y castigo; o sea, lo que corresponde. Y al igual que ellas, hay mucha gente más que perdió un familiar a manos de un delincuente que no pide nada que no sea justicia. De todos modos soy consciente de que, así como hay personas que piensan así, también hay otra gente, gente cuyo familiar fue asesinado, que piden cuanto menos el infierno para los asesinos. Y es entendible. El dolor por la pérdida de un ser querido muchas veces hace que uno sienta deseos de venganza, el sentimiento que genera en cada uno es muy personal. Pero la justicia no es una madre desesperada, ni un hermano enceguecido. El sistema judicial no es personal ni se guía por sentimientos. En una corte se supone que debe impartirse justicia, no venganza. Y yo creo que está bien que así sea.
Los derechos humanos deben ser asegurados por el estado, por todos los medios. Dos de esos medios son el Observatorio de Derechos Humanos y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que fue quien realizó una ley para asegurarse de que no hubiera torturas en los lugares de detención. Qué loco que hace unas pocas semanas fuera la presentación de la nueva Policía Metropolitana y ahora el jefe de gobierno porteño vetó una ley que estaba destinada a prevenir la tortura. Qué loco que ese mismo jefe de gobierno porteño fuera el que, como mínimo, dejó actuar de la manera que lo hizo a la UCEP.
Qué loco todo. Aunque pensándolo mejor… será todo tan loco? O será que todo tendrá que ver con todo, aunque suene y/o sea muy loco?

domingo, 10 de enero de 2010

Nunca está de más recordarlo

Cuando la tele me bombardea con ESA noticia. Cuando la radio me dice que es así. Cuando leo en el diario la fecha en la que se va a hacer. Cuando mi vecino habla conmigo y me dice que "está todo mal". Cuando la tele, la radio, los diarios y mi vecino me invitan al "cacerolazo masivo".
Cuando eso pasa, me acuerdo de esto. Y ahí también me acuerdo de todo lo que creo, y todo lo que apoyo, y todo lo que combato, y todo lo que sé y lo que supongo y lo que dudo, y todo eso junto y lo que saco en consecuencia y en consecuencia, todo por lo que lucho. Y me acuerdo de que hay gente que luchó por lo que yo lucho mucho antes que yo naciera, y pienso que va a haber mucha gente más que luche por lo que yo creo mucho después de que yo me muera, porque esto que yo creo va a ser lo que ellos crean, así como lo que yo creo es lo que muchos creyeron antes de morirse, o que los murieran.

Video subido a YouTube por danielvanderhoeven

http://www.youtube.com/user/danielvanderhoeven

sábado, 9 de enero de 2010

La (a veces) expeditiva jueza María josé Sarmiento


Hay quienes dicen que la justicia argentina es muy lenta. Miles de veces hemos escuchado que la burocracia judicial es la culpable de que muchos procesos demoren años en resolverse; y esto es cierto. Si no me creen, basta echar un vistazo a la causa de los hijos de Ernestina Herrera de Noble. Solamente el proceso de extracción de ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera llevó 8 años. De todos modos, las muestras obtenidas (si es que realmente hay justicia en Argentina), no deberían ser tomadas en cuenta, ya que no se realizaron en hospital Durand, que es único lugar legalmente habilitado para tales prácticas. Pero eso es un tema aparte. Lo que estaba diciendo, es que es muy común que la gente tenga esta visión lenta de la justicia, esta visión que nos lleva a pensar siempre lo peor y nunca lo mejor: la justicia es lenta y burocrática, eso es lo que se piensa. Pero saben qué? No siempre es así, mis queridas palometitas, no. Hay ocasiones en las cuales los magistrados actúan con una celeridad digna de admiración. El ejemplo perfecto es el de la jueza María josé Sarmiento. Vean por qué digo esto.
El 8 de enero, esta jueza emitió una medida cautelar para frenar la creación del Fondo del Bicentenario, haciendo lugar al amparo que presentaron dirigentes del PRO y la Coalición Cïvica para plantear la nulidad del Decreto de Necesidad y Urgencia emitido por la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, el cual solicitaba la transferencia de 6.569 millones de dólares del BCRA; también ordenó la restitución del titular del Banco Central, Martín Redrado. Y todo esto lo hizo en el término de dos horas.
Sinceramente uno puede decir que, en términos de tiempo, el trabajo de la Dra. María José Sarmiento fue impecable. Sin embargo, pareciera que no siempre actúa con la misma rapidez. Esta jueza, que está en turno debido a la feria judicial, fue tratada de contactar incesantemente por el Poder ejecutivo durante todo el día en el que el salió el fallo para apelar la medida. Sin éxito. Cuando hay feria judicial, hay jueces que están (como ya dije antes) en turno. Y estos jueces, según dichos del jefe de gabinete Aníbal Fernandez, siempre dejan teléfonos de contacto para que las partes puedan comunicarse con ellos. Pero la jueza no estaba en su despacho y no atendió las llamadas a su celular; estaba inubicable. Con lo cual, y permítanme decirlo, se me cayó un ídolo (ídola en este caso).

Quién es y qué hizo la Dra. María José Sarmiento
Dejando las ironías y especulaciones a un lado, me puse a buscar información sobre esta señora, para saber de quién estaba hablando cada vez que decía el nombre María José Sarmiento. Luego de buscar en varios medios, lo que encontré fue básicamente la misma información en todos, la cual resumo a continuación (seguramente habrá mucho más material):
En el 2008, Sarmiento declaró ilegal el corte del puente internacional San Martín que realizaban manifestantes de Gualeguaychú contra la instalación de la pastera Botnia. El pedido había venido de un particular que pretendía cruzar hacia Uruguay.
Un año antes, había ordenado que Felisa Miceli aclarase en el Senado su decisión de incorporar en un proyecto de ley el pago de 315 millones de pesos en bonos al grupo Greco, quien tenía al momento una millonaria deuda con el Estado.
En 2002, hizo lugar a varias amparos de ahorristas que querían retirar sus fondos del sistema bancario tras la imposición del "corralito".
Durante el gobierno de Carlos Menem, la jueza fue una de las magistradas que falló en contra de innovar respecto del rebalanceo de las tarifas telefónicas que el Gobierno había dispuesto.

Eso es en lo que respecta a su trayectoria profesional. Seguí buscando, y realmente me sorprendió encontrar esta información:
La jueza María José Sarmiento es hija del teniente coronel Luis Sarmiento, quien durante la dictadura militar revistó en la Secretaría de Inteligencia del Estado. En 1982 fue delegado de la SIDE en la Sudáfrica del apartheid. Su representante legal en la SIDE era su colega Eduardo San Emeterio, otro oficial del Ejército, que a principios de la década de los años 60 cursó la Escuela de las Américas y la Escuela Superior de Guerra de Francia, cuna de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria.
La jueza desapareció de los lugares que solía frecuentar, por lo que el Poder Ejecutivo anoche no podía apelar ambas medidas, pese a que como jueza de feria debería haber estado en su despacho.
Su hermano, también llamado Luis Sarmiento, es un ex liceísta que defiende a la mayoría de los acusados por la masacre de Margarita Belén, a Luciano Benjamín Menéndez y a Cecilia Pando.

No voy a emitir opinión al respecto de los últimos párrafos (aunque los mismos hacen que me cierre todo, con moño incluído). No sé, ustedes tomen todo en consideración para evaluar qué les parece esta jueza, revuelvan bien... y ahí van a encontrar la razón de por qué la Dra. María José Sarmiento está actuando de la manera que lo hace, expidiéndose TAN rapidamente en algunas ocasiones pero tornándose inubicable en otras.

viernes, 8 de enero de 2010

Enredrados


La escalada de tensión entre el presidente del BCRA y el Poder Ejecutivo se había iniciado el 14 de diciembre de 2009, cuando la presidenta Cristina Fernández anunció la creación del Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilización. Bajo ese título pomposo, y mediante un decreto de necesidad y urgencia, el Gobierno dispuso que el Central transfiriera 6.500 millones de dólares de reservas excedentes al Tesoro nacional, con la declarada intención de destinarlos al pago de deuda externa contraída con organismos multilaterales –Club de París– y los denominados “holdouts”, los bonistas particulares que no adhirieron al canje de 2005.
El mecanismo de “desendeudamiento” era similar al utilizado en 2006, cuando el Gobierno dispuso la cancelación anticipada de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Pero con una variante: en aquella oportunidad, la cesión de reservas fue aprobada por un Congreso con clara mayoría oficialista, situación que dista de la actual, donde la oposición recuperó escaños y se presenta unificada en el rechazo automático de cualquier acto de gobierno.
Ante ese panorama, el Ejecutivo midió los tiempos para eludir la inmediata revisión parlamentaria del decreto promulgándolo al filo de las sesiones ordinarias. De ese modo, la consideración del DNU alcanzó a tomar estado parlamentario, pero su tratamiento se dilató hasta marzo, cuando el Congreso vuelva a sesionar. Mientras tanto, el decreto tiene fuerza de ley y debe ser acatado como cualquier otra norma en vigencia. Eso, claro, en las formas. Porque en los hechos, Redrado se las ingenió para postergar la conformación del fondo con una doble excusa: la autarquía del organismo que preside y la posibilidad de que, al declarar la disponibilidad de una parte de las reservas, ese dinero quede a tiro de embargo de los voraces holdouts.
En apariencia, los argumentos esgrimidos por Redrado no adolecían de sensatez: la Carta Orgánica del BCRA le otorga autonomía funcional a la entidad como un modo de preservar el respaldo monetario ante eventuales problemas de caja del Tesoro. Por eso la carta dispone, entre otras cosas, que sus autoridades sólo puedan ser removidas en acuerdo con el Congreso. En el caso de los holdouts, en cambio, la postura de Redrado es más política que técnica. El titular del BCRA sostiene que el decreto firmado por la Presidenta deja abierta la puerta para que los tribunales estadounidenses dispongan el embargo de las reservas excedentes –calculadas en unos 18 mil millones de dólares– para cubrir los reclamos de los fondos buitres que poseen bonos en default. A criterio de Redrado, esas reservas podrían ser necesarias para ahuyentar eventuales ataques contra el peso provenientes de los especuladores monetarios o de una expansión inflacionaria provocada por el rebote de la actividad económica luego de dos trimestres de recesión.
Esa certeza, sin embargo, choca contra las presunciones de Economía, expresadas por su titular, Amado Boudou. “Este gobierno demostró que tiene la capacidad de generar reservas”, dijo en conferencia de prensa, y abundó: “Cuando asumimos, las reservas no alcanzaban los 6 mil millones, y hoy hay más de 40 mil. Eso se logró por el éxito de una política económica basada en el desendeudamiento, el estímulo al consumo y a la inversión. El Fondo del Bicentenario continúa en esa dirección. Por eso es atacado por quienes pretenden volver a las fracasadas políticas de ajuste”.
Esa confrontación de miradas, dejó en evidencia una discusión más profunda que el culebrón político de internas palaciegas que regocijó a la oposición: ¿Es bueno o es malo utilizar reservas para pagar deuda externa?
En este punto, los economistas difieren según sus convicciones. Quienes se ubican a la izquierda del espectro ideológico suelen coincidir en que resulta injusto privilegiar el pago de la deuda externa por encima de la acuciante deuda social. En una respuesta hacia ellos, el Gobierno sostiene que su política de “desendeudamiento” a través de reservas busca tender puentes con los mercados internacionales de créditos –dinamitados tras el default de 2001–, sin recurrir a los ajustes del Tesoro que, como se demostró en el pasado, afectarían el desarrollo de planes sociales clave –como la asignación por hijo y la movilidad jubilatoria– o las inversiones en infraestructura.
Alérgicos a los sacudones, los bancos privados agrupados en ADEBA le reclamaron la renuncia a Redrado para que preserve “la estabilidad del sistema financiero”. Por su parte, la CGT, a través de un comunicado, se pronunció a favor de la decisión presidencial de reemplazar a Redrado.
Ya entrada la noche, un colaborador del Central se sinceraba: “Es una situación extraña. No me imagino lo que puede pasar en un país donde la Presidenta esté enfrentada al presidente del Banco Central. Pero bueno, en la Argentina el vicepresidente es el jefe de la oposición...”. Bienvenido, 2010.

Extracto de la edición del 7 de Enero de 2010 de la revista 23

viernes, 1 de enero de 2010

Inseguridad: balance 2009


Mucho se ha hablado en el 2009 acerca de la inseguridad en Argentina. Más puntualmente, acerca de los asesinatos en ocasión de robo que se han cometido a lo largo del año. Y vimos a Mirtha, Marcelo, Susana y mucha más gente famosa diciendo cosas como “estamos como en Colombia” o “peor que Colombia”, o “nos están matando a todos”, o “no se puede salir a la calle porque te matan”. Los noticieros nos bombardearon con noticias acerca de asesinatos, muchos políticos hablaron acerca de que la inseguridad era insostenible y miles de personas en móviles televisivos decían una tras otra que así ya no se puede vivir. Las divas de la televisión argentina comparaban nuestro país con ciudades extranjeras y decían abiertamente que en Miami no se mataba a la gente como acá. Paralelamente, los diarios nos inundaban con cifras más que aterradoras acerca de la cantidad de crímenes violentos que se cometían día a día en la Argentina.
Ok, en general uno cree en lo que le dicen la tele y los diarios. Más si uno lo escucha, lo ve y lo lee las 24 horas del día. Pero más allá de todo esto, lo que a mí más me llamó la atención fue la comparación permanente con otras ciudades y países. Porque, en base a esa comparación, era que se decía (o se daba a entender) que estábamos en el fondo del pozo en comparación con el resto del mundo. Entonces de chusma de mierda que soy no más, me puse a buscar datos en internet… datos, números que no me los tiraran Mirtha, Susana, Marcelo, TN, Canal 7, Página/12, El Argentino, Clarín o La Nación. Esto es lo que me encontré.

Primero que nada, aclaro dos cosas:
1. Las cifras que pongo son todas sobre un promedio de 100.000 habitantes.
2. La ONU considera una tasa de homicidios “aceptable” a toda aquella que esté en 5 homicidios cada 100.000 habitantes o menos.

DATOS CONCRETOS
En líneas generales según Wikipedia, sobre un total de una lista de 141 países, el país con la tasa más alta de homicidios es Honduras. El anteúltimo es Senegal y el último es Andorra. Dónde se ubica Argentina? En el puesto número 53, debajo de países como Colombia, Venezuela y Estados Unidos. Sí, leyeron bien, debajo de Estados Unidos. Y ya que hablamos de ese país, fijémonos en las tasas de homicidios de alguna de sus cuidades. La ciudad más densamente poblada es New York, con 8.345.075 habitantes, y en el 2008, tuvo una tasa de 6,3. Miami, que tiene 427.740 habitantes, tuvo una tasa del 14,70.
Ahora vayamos a países de Sudamérica. Colombia registró en el 2008 una tasa de 33 homicidios cada 100.000 habitantes. Mexico tuvo 12; los índices más altos los tuvieron las ciudades de Chihuahua con un 42, mientras que la de Sinaloa obtuvo la cifra de 43. Venezuela, por su parte, obtuvo un 52.

En honor a la verdad, no pude encontrar datos sobre la Argentina de los años 2008-2009. Los que encontré fueron del año 2006-2007. En todos los lugares que busqué, encontré que la tasa se encontraba entre el 5 y el 5,50 cada 100.000 habitantes. Es por eso que comparé este índice con los de otros países en el mismo período (o aproximado). Esto es lo que encontré.

Año 2006 (Según Wikipedia)
Venezuela: 45
Honduras: 43
Colombia: 40
Mexico: 10,80
EEUU: 5,70
Argentina: 5,27


Datos comparativos de la ONU
Colombia (promedio 2002-2005)
61,10
Venezuela (promedio 2003-2005)
32,50
Honduras (2002)
32,20
Mexico (promedio 2004-2006)
10,90
EEUU (promedio 2003-2005)
5,90
Argentina (promedio 2004-2006)
5,50



Según el DLC (Democratic Leadership Council), la tasa de homicidios del 2006 (excepto cuando se indica año) en varios países del mundo es la siguiente
Caracas, Venezuela (2008): 130.0
Jamaica: 59.0
El Salvador: 58.1
Sudafrica: 41
Brasil: 25
Washington, D.C. (2009): 22.4
Ecuador: 18.1
Mexico: 11
Latvia: 6.5
Kenia: 5.7
U.S. Total (2008): 5.6
Argentina: 5.2
Filipinas: 3.8
India: 2.8
Canada: 1.9
U.K.: 1.5
Japon: 1.0
Emiratos Arabes: 0.9
Singapur: 0.4

ENTONCES?
Hay inseguridad en Argentina? Seguro. Matan gente en Buenos Aires (por poner un ejemplo)? Seguro. Cada una de esas muertes es lamentable y merece justicia? Seguro que si. Ahora traslado la misma pregunta a otro país la azar: hay inseguridad en Estados Unidos? Seguro. Matan gente en Miami (por poner un ejemplo)? Seguro. Cada una de esas muertes es lamentable y merece justicia? Seguro que si. Podría repetir esa pregunta con muchísimas ciudades y con muchísimos países del mundo, obviamente no lo voy a hacer. Lo que quiero transmitir con esto que averigué es algo bien distinto al dolor lógico que a uno le causa saber que hay gente que muere a manos de los delincuentes. Porque seguramente a todos nos jode ver que mataron a alguien en el noticiero de la tarde. Pero el mensaje que nos dan NO ES ESE, es otro: el mensaje es que "estamos peor que...", y para decirnos esto se basan en las comparaciones. Y la realidad (comparativamente hablando, ya que a los medios les gusta tanto), es que no estamos peor que nadie, sino más bien mejor.