viernes, 25 de octubre de 2013

Barcos y elecciones

Qué combinación improbable, ¿no?. Barcos y elecciones, digo. Pero resulta que no es tan así.

Algunos abandonan barcos cuando creen que estos se hunden. No importa si en realidad es o no así. Aunque no haya ningún "barco hundiéndose" ni nada de eso, algunos igual, al tener esa percepción, lo hacen, y saltan más rápido del barco que tipo caminando sobre brasas encendidas.
En materia política, esto suele verse más de lo que yo por lo menos desearía.

Hay personas que eligen estar en determinado lugar, y siempre dicen que es porque "está en su más profunda convicción" hacerlo. Pero la realidad es que hay mucho advenedizo que siempre quiere jugar para el lado del ganador, nada más. Jugar para el lado del winner diciendo que eso que dice el 1° es lo que él o ella siempre pensó. Y lo dicen tan seguros que uno muchas veces les cree.
Pareciera ser que no saben que el terreno político no es algo lineal e inamovible, y ondula constantemente, y tiene altos y bajos. Parece —posta— que piensan que una vez que eligieron al Dream Team, va a quedar todo para siempre así.
Claro que yo podría estar pecando de ingenuo y en realidad esos oportunistas de la victoria saben que su lealtad sólo es ajustable al número de votos que su Dream Team obtenga en cada elección. Sí, siempre está eso: que yo peque de demasiado ingenuo, o que sea un boludo, cualquiera de las dos cosas, al final son sinónimos y es lo mismo.
Una onda lo que pasó con Alberto Fernandez y Felipe Solá, que allá por el 2008 creyeron que el barco K se hundía y saltaron (o los saltaron, realmente no sé cómo fue la cosa). En pleno conflicto con el "campo", cuando varios creyeron que "los K se hundían", presentaron su renuncia a su cargo.
(N de la R: Fíjense dónde están Fernandez y Solá ahora).

Es muy fácil (y extremadamente cómodo) tirarle piedras al árbol que uno cree que se cae. Da igual si ese árbol está débil o no en realidad. Si uno cree que se cae, siempre va a pensar que tirándole una roca mediana se va a terminar de derrumbar.
En materia política —otra vez— esto suele verse más de lo que yo desearía  En políticos que abandonan barcos y en ciudadanos que creen ver un barco hundiéndose.

Pero creer no es ser. Ojo con eso, porque para algo son dos verbos que significan cosas distintas.
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2008, cuando el conflicto del "campo".
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2009, después de las elecciones legislativas en las que Néstor perdíó por dos puntos con De Narvaez. Ah, dicho sea de paso, chequeen cómo anda el colo últimamente.
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2011, cuando Cristina supuestamente "no llegaba al 40% y habría ballotage".

Y para no alterar el rumbo de las cosas, por supuesto que muchos piensan que ahora el Kirchnerismo es un barco hundiéndose.

Yo no sé lo que va a pasar el domingo. Mucho menos sé qué es lo que va a pasar en el 2015.
Lo que sí sé es que hoy hay una militancia K que ninguno de los que abandonaron el barco se esperaban.
Y que por causa de ellos, los "abandónicos" y los opositores de siempre, es que yo sigo cerrando filas, y me trago mucho, todo lo que no me gusta de este gobierno porque del otro lado están ustedes, y quizás no sepa del todo bien qué es lo que quiero pero sé muy bien lo que no quiero, y eso es ustedes.
Y que este domingo yo voto a este tipo y a esta lista



Y también sé que no soy un acomodaticio hijo de puta, y sé que lo que defiendo lo hago por pura convicción.
No porque esté o no en el equipo ganador. Eso es hasta casi anecdótico. Gano, pierdo, empato.
Lo que sea que salga, yo quiero estar del lado del ganador no por el hecho de que gana. No quiero estar del lado de cualquier ganador. Quiero estar del lado de este ganador. Quiero que este —mi lado— triunfe, pero no porque quiero ganar, como en el truco. Ni porque quiero estar en un barco inhundible.

Quiero ganar porque creo firmemente que si gano yo, ganamos todos.

viernes, 11 de octubre de 2013

Mentira, mentira

Mentiroso HDP, operador de cuarta que sos... Vendés fruta al por mayor, mentís, inventás.
¿Pero sabés qué? Curiosamente lo más grave no es eso.
Lo más grave es que lo sabés.

¿Cámara oculta a Fariña? No me digas... ¿en serio?





Si ya desde el vamos me vendés algo que no es, si me decís que tenés una cámara oculta cuando NO FUE OCULTA, sino que fue algo arreglado... ¿esperás que te crea lo siguiente? ¿Esperás que crea algo que me decís vos?
¿Cómo te voy a creer que lo agarraste en orsai a Faniña diciendo que bla bla bla, Lázaro, Kirchner, KK... si me dijiste que eso que yo ví fue una cámara oculta cuando en realidad no lo fue?
¿Cómo sé que no fue todo un montaje? ¿Cómo sé que no estuvo todo arreglado?
Y lo más importante:
¿Por qué mentiste, Lanata?
¿Por qué me dijiste que lo que ví en tu programa era una cámara oculta?
Si todas las acusaciones que lanza Fariña son ciertas, ¿cuál era el problema de sentarlo en una cámara "oficial", que diga lo que tenga que decir, y hunda a "los K"? Porque vamos, ya sabemos que Mr F se prestó a tu juego, y por eso digo... ¿por qué cuando hablaste con él no le propusiste sentarse a hablar on the record?
¿Quizás necesitabas más punch, porque una declaración a cámara no rinde?
¿Por qué no dijiste que la supuesta cámara oculta no era oculta?
Quiero creer que no fue el hecho de que sabías que oculto tenés tus intenciones no mas. No quiero creer que vos sabías, y Fariña sabía, que esa cámara no tenía nada de oculta, y que fue sólo un pobre intento tuyo de desprestigiar al gobierno.
Porque vos no "sorprendiste" a nadie.
Lo que vos hiciste fue armar una operación de prensa sostenida en una mentira.

Y debo decir que no fue tu primera vez.
Porque vos sos un vendehumo malicioso y tendencioso. Vos jugás con la credibilidad que mucha gente te tiene para operar con mentiras.

Como la de Boudou, esa en la que decías que tal día a tal hora el vicepresidente estaba en Uruguay sacando bolsas de guita. Cuando la verdad es que ese día y a esa hora, Boudou estaba acá, en Argentina distinguiendo a Lula Da Silva en el Senado.
Ni los diarios leés, Lanata.

O como todas estas cosas



Mentís, mentís mucho, Lanata. Demasiado mentís.
Si a esta altura alguien te cree, y disculpen ustedes la expresión, es porque es un pelotudo,