jueves, 5 de diciembre de 2013

Hola!!! después de tanto tiempo

Pero qué desastre, tengo mi blog abandonado.
Ustedes sepan disculpar, amigos queridos, pero en estos últimos tiempos no sentí que hubiera nada que pueda decir que valga la pena.
Por lo tanto, no dije nada.

Quizás no era así, a lo mejor había bocha de cosas de las que podía hablar, y cómo carajos no lo hice, pedazo de atrevido.
Quizás tengan razón.
Como aquella persona que me reclamó en un comentario "Y el análisis post-elecciones de octubre...???"
Lo sé, no hice ningún análisis de las elecciones legislativas de Octubre de 2013. Tampoco hablé de la vuelta de Cristina, ni de los cambios de gabinete que hizo, ni de las entradas y salidas en el gobierno. Viniendo mucho más acá en el tiempo y situándome en el "hace horas", tampoco publiqué nada sobre la situación en Córdoba.

Mea culpa. Perdón, amigos queridos.
Para subsanar este error, voy a decir sintéticamente algo sobre todas las cosas relevantes que recuerdo (o lo más sintéticamente que pueda).

1. Análisis post-elecciones
Soy de Buenos Aires, y en Buenos Aires perdimos. Es así, mal que nos pese. Massa nos ganó, y nos ganó por mucha diferencia. Por más de 10 puntos nos ganó. Lo curioso es que  —vía varios sondeos— los votantes de Massa resultaron no ser férreos opositores K, sino gente que aprueba esta gestión pero se diferencia en algunos aspectos.
Qué decir de gente como De Narvaez, el white knight de las anteriores elecciones legislativas, allá por el 2009. Quedó muy mal parado, no lo votaron ni sus familiares, pese a que supongo les rogó que lo voten. El colo culpó a TN y al grupo Clarín en su totalidad por su fracaso eleccionario. Y quizás algunos empezaron a ver un poco más nítidamente la estrecha relación entre manija mediática y cosecha de votos. Como contrapartida a gestión y cosecha de votos, que es lo que debería pasar siempre.

El PO tuvo una disparada de votos magnífica, que creo que ni ellos se esperaban. Por primera vez en su historia, y mediante el FIT, accedieron a bancas en el Congreso. Entró Pitrolla, el Chipi Castillo, Altamira se quedó afuera... pero eso creo que no les importa demasiado. Lo importante es que pudieron meter diputados nacionales y provinciales (llamada especial a Salta) en el Congreso de la Nación.
Bien por ellos.

A nivel nacional, el FPV obtuvo más porcentaje de votos que en el 2009. En ese año, habían sacado 30%. En este 2013, se elevaron a casi 35%.  Esto permitió no sólo que retuvieran bancas, sino que aumentaran el número, posibilitando mayoría "automática" en ambas cámaras.
O sea, todo ese fervor opositor bonaerense se vio frustrado al saber los números nacionales. El Congreso es nuestro.
LTA, gorila, que le dicen.

2. Vuelta de Cristina
Esto va a ser corto.
Tanto se dijo, tanto dijeron los medios y políticos opositores respecto a la salud de la Presidenta...
Desde que "no vuelve" (Lanata) a "vuelve como una planta" (Donda, recientemente casada... felicidades, espero que te hayan tirado mucho arroz y un poquito de agradecimiento, un poquito no mas, ya que se ve que carecés del mismo). Todos tenían algo que decir sobre la salud de Cristina, al parecer.
Y un día Cristina volvió.
Y se acabó la joda.
Punto.

3. Cambios de gabinete
Se fue Moreno, entró Kicillof, Capitanich, nueva ministra de seguridad y titular del Sedronar.
Lamento ENORMEMENTE la salida de Moreno, al que banco con uñas y dientes. Digan lo que digan los giles de siempre, a Moreno le debemos mucho de lo que fue y es este proyecto. Y más allá de los bombardeos mediáticos, los pequeños productores y comerciantes saben lo que hizo por ellos, y le van a agradecer por siempre.
Celebro la designación de Axel Kicillof, el "judío marxista" según La Nación. Me gusta su pensamiento, su visión de la economía, del país, y confío plenamente en él. Quizás más que en ningún otro ministro de economía que haya conocido o escuchado acerca de. Todo mi aguante a Kicillof, esto es.
Capitanich, quizás la designación que más revuelo causó, designado como jefe de gabinete. Gobernador de la provincia de Chaco, el hombre, desde 2007 hasta ahora. Muchos conocidos progres o bien zurdos lo odian. Yo, la verdad, no le conozco demasiado la trayectoria, así que no.
Ministra de Seguridad: realmente no conozco nada de ella. Esperar y ver, que le dicen, como en el póker.
El cura en el Sedronar... AHHHHH!!!! Ponen a un cura en el gobierno, son anti progres!!! Déjenme de joder con esas boludeces, ¿dale? Esperar y ver, como en el caso anterior, y sin idioteces teológicas de por medio.

4. Córdoba
El hecho más reciente.
Sólo voy a decir una cosa.
Uno se va enterando de cosas a medida que pasa el tiempo. El 04/12 a la madrugada, yo deseaba que Nación mande Gendarmería, o un ministro, o algo, para frenar la locura que se vivía en Córdoba.
Resulta que según la Ley N° 24.059 de Seguridad Interior...

El gobierno de esa provincia no solicitó ayuda hasta el día 04/12 a las 9 de la mañana (los saqueos y el descontrol habían empezado mucho antes, el 03/12).
No sólo eso, sino que De la Sota mintió diciendo que desde el mismo día 03/12 a la tarde estaban llamando a Nación, siendo que su propia ministra de seguridad había dicho a Cadena 3, el 03/12 a las 10 PM, que "provincia no había solicitado la gendarmería al Gob Nacional."
¿Cuándo fue la primera vez que pidieron ayuda? El 04/12 a las 4 de la mañana... vía Twitter.
¿? WTF???
Pero antes de eso, De la Sota tuvo tiempo de salir al aire para TN y —por supuesto— culpar al Gobierno Nacional por una situación PROVINCIAL, y decir que se iba a dormir.
Decir "De la Sota impresentable" es una obviedad, ¿no?


Bastante tiempo desde que escribí algo. El tema es que yo escribo cuando me parece procedente, o cuando creo que puedo decir algo sustancioso, (ponele que) importante, interesante, o simplemente cuando tengo ganas y me urge la necesidad.
O, como en este caso, cuando creo que pasó mucho tiempo desde que escribí algo.
Eso es todo lo que sé y pienso acerca de todos esos temas, y ahora me pareció sustancioso decirlo.

Abrazo para todos y todas, y hey! Nos estamos leyendo ;)

viernes, 25 de octubre de 2013

Barcos y elecciones

Qué combinación improbable, ¿no?. Barcos y elecciones, digo. Pero resulta que no es tan así.

Algunos abandonan barcos cuando creen que estos se hunden. No importa si en realidad es o no así. Aunque no haya ningún "barco hundiéndose" ni nada de eso, algunos igual, al tener esa percepción, lo hacen, y saltan más rápido del barco que tipo caminando sobre brasas encendidas.
En materia política, esto suele verse más de lo que yo por lo menos desearía.

Hay personas que eligen estar en determinado lugar, y siempre dicen que es porque "está en su más profunda convicción" hacerlo. Pero la realidad es que hay mucho advenedizo que siempre quiere jugar para el lado del ganador, nada más. Jugar para el lado del winner diciendo que eso que dice el 1° es lo que él o ella siempre pensó. Y lo dicen tan seguros que uno muchas veces les cree.
Pareciera ser que no saben que el terreno político no es algo lineal e inamovible, y ondula constantemente, y tiene altos y bajos. Parece —posta— que piensan que una vez que eligieron al Dream Team, va a quedar todo para siempre así.
Claro que yo podría estar pecando de ingenuo y en realidad esos oportunistas de la victoria saben que su lealtad sólo es ajustable al número de votos que su Dream Team obtenga en cada elección. Sí, siempre está eso: que yo peque de demasiado ingenuo, o que sea un boludo, cualquiera de las dos cosas, al final son sinónimos y es lo mismo.
Una onda lo que pasó con Alberto Fernandez y Felipe Solá, que allá por el 2008 creyeron que el barco K se hundía y saltaron (o los saltaron, realmente no sé cómo fue la cosa). En pleno conflicto con el "campo", cuando varios creyeron que "los K se hundían", presentaron su renuncia a su cargo.
(N de la R: Fíjense dónde están Fernandez y Solá ahora).

Es muy fácil (y extremadamente cómodo) tirarle piedras al árbol que uno cree que se cae. Da igual si ese árbol está débil o no en realidad. Si uno cree que se cae, siempre va a pensar que tirándole una roca mediana se va a terminar de derrumbar.
En materia política —otra vez— esto suele verse más de lo que yo desearía  En políticos que abandonan barcos y en ciudadanos que creen ver un barco hundiéndose.

Pero creer no es ser. Ojo con eso, porque para algo son dos verbos que significan cosas distintas.
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2008, cuando el conflicto del "campo".
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2009, después de las elecciones legislativas en las que Néstor perdíó por dos puntos con De Narvaez. Ah, dicho sea de paso, chequeen cómo anda el colo últimamente.
Muchos creían que el Kirchnerismo era un barco hundiéndose allá por el 2011, cuando Cristina supuestamente "no llegaba al 40% y habría ballotage".

Y para no alterar el rumbo de las cosas, por supuesto que muchos piensan que ahora el Kirchnerismo es un barco hundiéndose.

Yo no sé lo que va a pasar el domingo. Mucho menos sé qué es lo que va a pasar en el 2015.
Lo que sí sé es que hoy hay una militancia K que ninguno de los que abandonaron el barco se esperaban.
Y que por causa de ellos, los "abandónicos" y los opositores de siempre, es que yo sigo cerrando filas, y me trago mucho, todo lo que no me gusta de este gobierno porque del otro lado están ustedes, y quizás no sepa del todo bien qué es lo que quiero pero sé muy bien lo que no quiero, y eso es ustedes.
Y que este domingo yo voto a este tipo y a esta lista



Y también sé que no soy un acomodaticio hijo de puta, y sé que lo que defiendo lo hago por pura convicción.
No porque esté o no en el equipo ganador. Eso es hasta casi anecdótico. Gano, pierdo, empato.
Lo que sea que salga, yo quiero estar del lado del ganador no por el hecho de que gana. No quiero estar del lado de cualquier ganador. Quiero estar del lado de este ganador. Quiero que este —mi lado— triunfe, pero no porque quiero ganar, como en el truco. Ni porque quiero estar en un barco inhundible.

Quiero ganar porque creo firmemente que si gano yo, ganamos todos.

viernes, 11 de octubre de 2013

Mentira, mentira

Mentiroso HDP, operador de cuarta que sos... Vendés fruta al por mayor, mentís, inventás.
¿Pero sabés qué? Curiosamente lo más grave no es eso.
Lo más grave es que lo sabés.

¿Cámara oculta a Fariña? No me digas... ¿en serio?





Si ya desde el vamos me vendés algo que no es, si me decís que tenés una cámara oculta cuando NO FUE OCULTA, sino que fue algo arreglado... ¿esperás que te crea lo siguiente? ¿Esperás que crea algo que me decís vos?
¿Cómo te voy a creer que lo agarraste en orsai a Faniña diciendo que bla bla bla, Lázaro, Kirchner, KK... si me dijiste que eso que yo ví fue una cámara oculta cuando en realidad no lo fue?
¿Cómo sé que no fue todo un montaje? ¿Cómo sé que no estuvo todo arreglado?
Y lo más importante:
¿Por qué mentiste, Lanata?
¿Por qué me dijiste que lo que ví en tu programa era una cámara oculta?
Si todas las acusaciones que lanza Fariña son ciertas, ¿cuál era el problema de sentarlo en una cámara "oficial", que diga lo que tenga que decir, y hunda a "los K"? Porque vamos, ya sabemos que Mr F se prestó a tu juego, y por eso digo... ¿por qué cuando hablaste con él no le propusiste sentarse a hablar on the record?
¿Quizás necesitabas más punch, porque una declaración a cámara no rinde?
¿Por qué no dijiste que la supuesta cámara oculta no era oculta?
Quiero creer que no fue el hecho de que sabías que oculto tenés tus intenciones no mas. No quiero creer que vos sabías, y Fariña sabía, que esa cámara no tenía nada de oculta, y que fue sólo un pobre intento tuyo de desprestigiar al gobierno.
Porque vos no "sorprendiste" a nadie.
Lo que vos hiciste fue armar una operación de prensa sostenida en una mentira.

Y debo decir que no fue tu primera vez.
Porque vos sos un vendehumo malicioso y tendencioso. Vos jugás con la credibilidad que mucha gente te tiene para operar con mentiras.

Como la de Boudou, esa en la que decías que tal día a tal hora el vicepresidente estaba en Uruguay sacando bolsas de guita. Cuando la verdad es que ese día y a esa hora, Boudou estaba acá, en Argentina distinguiendo a Lula Da Silva en el Senado.
Ni los diarios leés, Lanata.

O como todas estas cosas



Mentís, mentís mucho, Lanata. Demasiado mentís.
Si a esta altura alguien te cree, y disculpen ustedes la expresión, es porque es un pelotudo,

jueves, 26 de septiembre de 2013

Sergio Massa y "la plata de los jubilados"

En el día de ayer —25 de Septiembre de 2013— el candidato a diputado nacional Sergio Massa estuvo en la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones haciendo lo que hacen todos los políticos por estas épocas: campaña.
Todo bien con eso, no es el tema.
El tema es que en un momento, el muchacho dijo que no quiere que "se use la plata de los trabajadores y los jubilados" para cosas como "la compra de computadoras".
Acá está plasmado en un diario digital lo que dijo Sergio


Como dice el título de la nota, estaba hablando de las netbooks que brinda el gobierno por medio del plan Conectar Igualdad.
Sí, el plan Conectar Igualdad. Ese plan similar al que sacó el groso del Pepe Mujica hace ya unos años en Uruguay y al cual todos los medios opositores (y varios opositores políticos también) alababan hasta el vómito. Ese plan que era buenísimo en el país hermano pero que acá es una bosta, como todo lo que pasa en Argentina, porque Argentina no tiene dirigentes serios como Uruguay, no tiene gente seria como el Pepe (que se ve que no se ríe nunca). No. Acá está todo mal, siempre, y los dirigentes —hagan lo que hagan— son un chiste viviente.

Pero en realidad, lo que les quería decir con respecto a las declaraciones del 1° candidato a diputado por el Frente Renovador es lo siguiente:
Yo realmente no sé si Massa se está zarpando en eso de pecar de ingenuo, o se está haciendo y creyendo demasiado el vivo y nos está tomando de idiotas a todos nosotros.

Porque el dinero que se usa para comprar las netbooks que reparte el gobierno, no salen del ANSES.
No, no salen de "la plata de los jubilados", mis queridos amigos.
Salen del tesoro nacional.
ANSES no financia las netbooks, lo que ANSES hace es distribuirlas.
¿Cómo es esto? Bueno, la gente del organismo va a las escuelas públicas, recava los CUIL de los padres de los niños que van a recibir las netbooks, y esos CUIL luego se enlazan con el número de cada computadora.
Lo que ANSES aporta es la logística, no la guita para comprar. Y la aporta porque es un organismo que tiene aproximadamente 500 sedes a lo largo y a lo ancho del país. Con lo cual, la cobertura es total, me atrevería a decir.

Sergio Massa sabe perfectamente —y si no lo sabe, debería— que la plata de las netbooks no es "la plata de los jubilados", pero aún así, escupe esa declaración mentirosa. Para que se la crea doña Rosa y don Cacho, y se indignen ante el despilfarro Kirchnerista que perpetra aberraciones tales como dilapidar "su" plata en nimiedades tales como herramientas para que los chicos puedan estudiar mejor.

De todos modos, Massa no debería preocuparse tanto por "la plata de los jubilados".
Porque cuando el estado se hizo cargo de las AFJP (en el 2008), los fondos llegaban a 80 mil millones de pesos.
Hoy por hoy, ese dinero supera los 302 mil millones de pesos.
O sea, parece que el estado —cuando se maneja bien, con buena leche, con objetivos claros que tienden al bien común— no administra TAN mal los fondos, ¿no? Así, "despilfarrando" y todo.
Digo, creo que cualquier persona de bien diría que pasar de 80 a 302 en un lapso de casi seis años no está nada mal.
Así que no veo cual es la desesperación por "los fondos", y no encuentro el "despilfarro", ya que la plata en el ANSES aumentó casi un 400% en tan solo 6 años.

Estamos en épocas eleccionarias, es el momento en que muchos candidatos dicen muchas cosas.
Escuchalos. A todos escuchalos, y muy atentamente.
Pero no te creas automáticamente todo lo que te dicen.

martes, 17 de septiembre de 2013

Hola, mamá, soy hipster

Sépanlo, cabezas de nalgas, ser hipster no es ser "especial"
Al contrario.
Es ser tan poco especial que te hicieron moda. Así de tan poco especial sos.

Pero ¿qué es un hipster?
Bueno, un "hipster" sería maomeno' esto:

Todo lo que la cultura de masas te dice que está bien, no está bien
Y es por eso que nosotros, los hipsters, nos oponemos. Porque somos originales y cool.
Y usamos lentes.
Esos lentes que usaba tu papá. Esos usamos. Pero los usamos porque nos oponemos al mundo moderno. Entonces, para demostrarte que somos re onda contra cultura, agarramos y nos ponemos los anteojos de nuestros viejos. Porque además de hipster, somos retro. Porque una parte de ser hipster es ser retro. Y nosotros lo somos.

Y vemos películas, eso también. Vemos todas las películas que salgan al mercado, ese mercado al que odiamos —porque somos hipsters— pero que vemos con total avidez.
Elegimos unas cuantas películas para que nos gusten. Pero no elegimos cualquiera. Tienen que tener ciertas características para que las elijamos. Por ejemplo, no tienen que tener grandes efectos especiales, no señor. Eso es para los nerdies, y nosotros no somos nerdies, somos hipsters. Así que las películas que nos vuelan la cabeza se componen de escenas sencillas, de diálogos costumbristas, de situaciones locas en una vida común. No queremos grandes cosas, sólo grandes diálogos que en realidad no son "grandes" así como per se, sino que en realidad son sencillos pero que nosotros consideramos grandes. Porque decir "hola" y responder "no me digas hola" es grande, aunque no lo parezca.
No, de veras, eso no es un diálogo pelotudo, es piola. Es hipster.

Y la ropa, oh, si, la ropa. Con eso no nos hacemos tanto los locos, pero sabé que igual somos hipsters.
Nosotros reconocemos que esta cultura expansionista se mete por todos lados, y nosotros no estamos ajenos a ella.
Por eso es que nos vestimos como todos. Pero, al mismo tiempo, somos rebeldes y rompedores de paradigmas, así que nos diferenciamos del mundo moderno con nuestros lentes.
Porque hey! después de todo, nosotros no queremos romper el orden establecido, nosotros vamos más allá de eso. Nuestros papis quisieron hacer eso y ya ves, no lo lograron, así que nosotros no los vamos a imitar, ni en pedo. Eso sería repetir patrones.
No
Nosotros vamos a ser originales. Vamos a ser hipsers.
Y vamos a ser tan diferentes a ellos, que vamos a usar lentes.
Y la ropa da moda, pero aclarando que lo odiamos.

Porque somos hipsters.
Tenemos lentes cuadrados, vemos películas con historias costumbristas y creemos que somos originales y nos escapamos de la sociedad de consumo.

No hacemos nada de eso. Somos una moda más, y la sociedad de consumo ya nos cazó la onda y nos vende todo lo que nosotros queremos consumir.

Pero está bueno creer que uno es un capo, de vez en cuando..

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Tragedias de Once y Castelar: un giro ¿inesperado?

Ni bien ocurrió la tragedia de la estación Once, algunas personas se apuraron a señalar con el dedo y adjudicar responsabilidades. Sin que hubiera siquiera empezado la investigación, hubo varios que ya habían encontrado al culpable: el gobierno.
Cuando ocurrió la tragedia de Castelar —hace poco menos de tres meses— sucedió algo similar. Casi al instante de trascendida la noticia, algunas personas ya estaban nuevamente señalando con el dedo acusador al Ejecutivo Nacional.

Pero luego, algo pasó.

Pasó que entre ayer y hoy, el abogado de los familiares de las víctimas de la tragedia de Once (y lo remarco porque no fue alguien "del gobierno"), escribió una serie de mensajes en la red social Twitter refiriéndose a ambos accidentes.
El abogado Gregorio Dalbón —que no salió a sentenciar al minuto de ocurridos los accidentes, sino que se involucró en la causa, investigó y conoce el expediente, las pruebas, las pericias y los testimonios— dijo esto:










Por si se están preguntando si don Dalbón es un "comprado por los K", o por si se están diciendo que el abogado es un "cooptado Kirchnerista", un "sucio KK" y demás obras literarias (como se ve que algunos pensaron en Twitter)... les acerco esto (salido de su cuenta, también):




Al final, parecería ser que las palabras que el "piquetero K" Luis D'Elía escribió el 14 de Junio de 2013 no estaban tan erradas.



Les dejo el Twitter del Dr. Gregorio Dalbón por si quieren leer... bueno, lo mismo que leyeron acá: @Gregoriodalbon

Posdata
Nadie de este blog (o sea, yo) dice que los trenes estén en perfecto estado, que se viaje genial, que no haya quizás malos controles por parte del Estado ni que el servicio ferroviario no tendría que mejorar. Todos esos reclamos son atendibles y hey! ¿adivinen qué? Yo también soy parte de los que reclaman eso.
Pero en este caso puntual, con este hecho puntual y en estas dos investigaciones puntuales, la cosa es así.
Los hechos son hechos y son de determinada manera, estés vos a favor o en contra del gobierno. Hechos despojados de cualquier interpretación ideológica caprichosa que le quieras encontrar.

Así mismo, nadie de este blog (nuevamente, yo) está en contra de "los trabajadores" (qué entelequia...) por pensar o decir que hay gente que se manda cagadas, otra gente que las aprovecha y otra gente que no tiene escrúpulos a la hora de lograr sus cometidos. "Los trabajadores" son un colectivo al que siempre respeté y respeto. Eso no quiere decir que —dentro de ese colectivo— haya un 100% de personas individuales honestas, idóneas y/o capaces.
Si vamos al caso, los políticos también son trabajadores.
¿Y entonces?
¿Me van a decir que por criticar o hasta putear a un trabajador de la política uno de repente es un "carnero" o un "anti laburante"? No jodamos.

Que siga la investigación en ambas tragedias, y que se encuentre y castigue —siempre dentro de la ley— a todos los culpables. Eso es lo que quiero, y lo que seguramente queremos todos.
El resto, como dice el dicho, es harina de otro costal.

jueves, 25 de julio de 2013

Excelente análisis de Roberto caballero

Sí, gente: estoy más vago para escribir que De Narvaez o Lilita para asistir al Congreso o Macri para ir a laburar y no pasárselas de vacaciones vaya uno a saber dónde.
En esta ocasión les dejo parte de una nota que escribió el periodista Roberto Caballero hace unos días en Infonews, que trata sobre las elecciones legislativas y ese análisis a mi entender loco y bobo (no me decido) de gran parte de la oposición: el del "equilibrio".
Aclaro: Las partes entre [ ] son mías.
Que lo disfruten.


Quizá el mayor rival del kirchnerismo en las PASO sea una idea que penetró hondo en la subjetividad del promedio de los votantes en los últimos 30 años de democracia: las elecciones legislativas de medio término deben servir para equilibrar el poder del Ejecutivo. La "teoría del control" parlamentario a los supuestos excesos de la Casa Rosada reúne adeptos, incluso, entre muchos electores de sus habitantes transitorios. Algo así como "te doy el poder, pero cuando tengo la oportunidad, te lo limito" apoyando ofertas legislativas opositoras, algunas muy extravagantes, que no son consideradas ni de lejos cuando se trata de elegir presidente.

Esta tentación por contrapesar al oficialismo gobernante como valor democrático se hace fuerte, sobre todo, en el núcleo de votantes que deciden su voto por efectos de coyuntura, y no por rígidas lealtades partidarias o ideológicas. Son personas que pueden votar a Cristina Kirchner como presidenta y a Elisa Carrió o a Francisco de Narváez como diputados, sin mucha contradicción o polémica. En definitiva, elegir a alguien para que gestione y administre la Nación, y a sus opuestos para que recorten o boicoteen sus capacidades desde el Congreso. En apariencia es un comportamiento contradictorio. Pero existe, y hasta cosecha el calificativo de "voto útil" o "maduro" entre los editorialistas de la prensa hegemónica. Es así, hay un sector de la ciudadanía que considera, casi de modo romántico, que un poder existe para crear fatiga en el otro; y que si eso no ocurre, porque el Ejecutivo consigue mayorías parlamentarias propias, se abre la puerta a la amenaza autoritaria. Esto último, claro, es un pensamiento mucho más elaborado que el anterior, pero con idéntico efecto en ambos casos.

Por fuera de esta utopía compensadora, la realidad es que los presidentes que no cuentan con fuerzas legislativas que apuntalen su proyecto atraviesan muchas dificultades. Barack Obama es un ejemplo candente. Dilma Rousseff, igual. Ocurre lo mismo con los premier europeos que renuncian sin más vueltas, cuando no alcanzan robustos acuerdos parlamentarios. Pero volvamos a la Argentina.

Hablamos de un régimen presidencialista, donde el electorado vota a un jefe/a de Estado para que impulse un programa de gobierno determinado. Ese plan demanda leyes para su implementación que deben ser avaladas por el Congreso. ¿Qué sucede cuando las bancadas opositoras superan en número a las oficialistas? En la teoría escandinava del consenso, nada: se supone que como son buenas normas para el país y las pide el presidente elegido libre y democráticamente en las urnas, oficialistas y opositores, con algunos cambios y variantes, todas para mejor, se dan la mano y acuerdan en su votación general. Pero en nuestro país, la verdad, sólo es posible llegar al consenso sueco o dinamarqués entre bancadas opuestas cuando lo que está en discusión es una obviedad evidente. Ejemplo: la Tierra gira alrededor del Sol y no a la inversa. Para todo el resto, vale la eterna zancadilla, el golpe debajo del cinturón, la ausencia en masa, el piquete de ojos, la negativa caprichosa, es decir, el desgaste del Ejecutivo hasta el fracaso o la inmovilidad a la espera de un nuevo turno electoral donde las chances opositoras se vean revitalizadas por una situación de desgobierno.

Repasar el trabajo legislativo opositor entre 2010 y 2011, cuando el llamado Grupo A reunió al archipiélago antikirchnerista en un solo bloque que gobernó ambas cámaras y las principales comisiones del Parlamento, es un ejercicio de memoria revelador y muy necesario frente a las elecciones de agosto y octubre.

[La oposición, con el autodenominado "Grupo A", ganó la mayoría parlamentaria en el 2009]

En los dos años siguientes, el Grupo A se repartió las comisiones e intentó cogobernar desde el Congreso. Así y todo, producto de la diversidad de propuestas partidarias y el excesivo narcisismo de sus líderes, sólo pudo unirse en plenitud para frustrar algunas leyes clave, como la del Presupuesto, nada menos, y votar una sola: la del 82% móvil para los jubilados, aunque sin ponerse de acuerdo en el financiamiento, lo que derivó en el veto de Cristina Kirchner. De las 39 sesiones de período 2010-2011, los opositores no alcanzaron quórum propio en ocho, pese a tenerlo holgadamente garantizado sólo con la suma de sus parlamentarios. Lo que sigue es apenas un boletín de faltas, como los que se extienden en un colegio. No intenta ser un estudio cerrado sobre razones más o menos atendibles del comportamiento legislativo del antikirchnerismo.

En 2010, se convocaron 27 sesiones en Diputados. Sólo se pudieron celebrar 18 y se votaron en total 86 leyes.

En 2011, se convocaron 12 sesiones. Hubo quórum en ocho. Y la cantidad de proyectos de ley votados llegaron a 92.

Las leyes más importantes de esos dos años de cuasiparálisis parlamentaria fueron votadas por el FPV y sus aliados, en minoría.
[Las leyes votadas fueron: Ley de matrimonio igualitario, "trabajo domiciliario", "lavado de activos", Ley de Regulación de la "medicina prepaga", Ley de "promoción del software", del “Tabaco”, Ley de Imprescriptibilidad de la Acción Penal en delitos contra la Integridad Sexual de Menores y la de "muerte digna"]

La pretendida vocación del Grupo A por cogobernar consensualmente desde el Congreso se fue convirtiendo con el paso de los meses en una simple maquinaria de boicot a los proyectos enviados por el Ejecutivo. Sus líderes, que soñaban con una plataforma común para suceder a Cristina Kirchner en 2011, vieron frustradas sus intenciones: la sociedad castigó la estrategia opositora y volvió a premiar a la presidenta, esta vez con el 54% de los votos y con una nueva supremacía parlamentaria, derivada del aluvión nacional kirchnerista.

Cuando faltan pocas semanas para las PASO, es casi seguro que un porcentaje nada desdeñable de esos electores vuelva a ser seducido por la idea del equilibrio. Es como un espejismo de lo políticamente correcto, fuertemente instalado por la costumbre y el repiqueteo incesante del relato mediático. En este contexto, un votante del 54% podría interrogarse por qué a la candidata que ayudó a ganar en las últimas presidenciales, a la que todavía le quedan dos años de mandato constitucional para cumplir con su programa de gobierno, habría que retacearle las mayorías en el Congreso y dejarla peligrosamente a merced de las muchas oposiciones que sólo acuerdan en el boicot a sus proyectos.

Los antecedentes sobre la experiencia fallida del Grupo A debieran funcionar como ayudamemoria.


Si quieren leer la nota completa, aquí les va el link: Nota Completa de Infonews 

domingo, 16 de junio de 2013

Demostrar lo no hecho

No es capricho mío, no es boludez ni antojo. Es simplemente sentido común.
Hasta para la ley Argentina es así.
Si a uno lo acusan de algo —no importa de lo que sea— la onda es que se demuestre que uno sí lo hizo. Caso contrario, uno no lo hizo. La onda no es que porque uno no demuestra que no hizo algo, lo hizo.
Lo sé, hasta suena complicado cuando se lo lee. Pero la cosa es bien simple, realmente:
Para decir que alguien hizo algo, hay que demostrar que ese algo se hizo.
Por ejemplo:
A mí —Fernandito— me acusan de matar al pelotudo de Ricardito. Hasta ahí todo bien, o todo mal, según se lo quiera ver. Pero el hecho es que me acusan de matar a alguien.
El tema es que ahora se tiene que demostrar que yo —Fernandito— maté a Ricardito.
Porque acusar acusa cualquiera. Ahora: de ahí a que la acusación sea cierta y/o se compruebe, hay un largo trecho. No es lo mismo acusar que comprobar. Y no es lo mismo gritar cual virgen violada que haber hecho algo.
Tal parece que en esta querida patria —la Argentina— hay muchos afectos a la teoría del "lo digo yo primero y se lo cree todo el mundo". Y el mundo se lo cree, o eso pareciera.
Basta que un Lanato (por ejemplo) diga que Robertito es corrupto para que hordas de pelotudos se lo crean. Ya está, lo dijo él, así que es así. Y si no es así, por lo menos instalamos que Robertio puede ser corrupto. Puede, no sé si lo es, no me consta, no está comprobado, no lo pruebo ni lo digo, pero no importa eso, porque Lanato dijo que Robertito "sería" corrupto, y hasta que Robertito no pruebe que no lo es, lo va a seguir siendo.
No es así como funciona el mundo, muchachos. Nos es así como es la cosa.
Les dejo un ejemplo de esto que estoy hablando.
Y aclaro: es sólo a modo de ejemplo, no es para justificar nada

O sea. A ver. Cómo te lo explico,
Cierto periodismo de hoy en día se maneja con el código de decir "yo te digo esto, creeme porque es la posta". Y me chupa un huevo Lázaro Baez, no me entiendas mal, el tipo puede ser culpable de lo que sea. El tema es que no todo acusado es culpable solo porque un periodista dijo que lo era, 
Cuando un periodista —o quien sea— acusa a alguien de algo, lo único que se tiene e una acusación. Que ese alguien sea culpable o inocente, ese es otro cantar. En cualquier caso, deberá demostrarse que "X" es culpable de algo, y eso estará en manos de la justicia.
Pero en el entretiempo, nadie puede exigirle a nadie que demuestre que "no se hizo algo".
Porque lo que se demuestra es un hecho, no la ausencia de él.

sábado, 1 de junio de 2013

Convicciones, fanatismos y esas mezclas

A veces hay quienes confunden convicción y hasta pertenencia partidaria con fanatismo bobo, ciego, el adjetivo que le quieras poner o ninguno de ellos.
Esta situación me resulta más común de lo que desearía encontrarme:
—A mí me parece que no está mal eso que hace el gobierno.
—Vos defendés eso porque sos K, sino estarías de acuerdo conmigo en que está mal.

O esta otra.
—¿Che, y estás a favor o en contra de este gobierno?
—A favor, soy Kirchnerista.
—Ah no, bueno, entonces no se puede hablar.
—¿Por?
—Porque estás con el gobierno, seguro que todo lo que hace te parece bien.

Es casi como una fija con ciertas personas: si decís que sos "K", te van a asociar automáticamente con un fanático, con un salame que no piensa por sí mismo sino que hace un intento de razonamiento, débil, escaso, a partir de las acciones del gobierno.
(Aclaración necesaria: Pongo el ejemplo "K" porque es el que me toca a mí en lo personal. Pero puede extenderse a otros partidos /corrientes /movimientos, por qué no).
Hay en ese tipo de razonamientos una idea tan simplificadora que de tan resumida, aterriza sin escalas en lo erróneo. Y tan a la inversa de como realmente es, que resulta falaz. Por lo menos, eso es lo que veo e interpreto.

Varias personas (anti K todas ellas, no sé si decir "por supuesto" o "casualmente") me dijeron lo del primer ejemplo: ellos creen que, por el hecho de ser Kirchnerista, estoy a favor de lo que hace el gobierno.
Cuando en realidad, la cosa es al revés.
No es que porque soy Kirchnerista, estoy de acuerdo.
Es porque estoy de acuerdo que soy Kirchnerista.
Esto —ante los ojos del incauto— podría llegar a parecer una onda el orden de los factores no altera el producto, pero nada más alejado de la realidad.
Yo estoy a favor de la mayoría de las cosas que hace el gobierno. Eso, justamente eso, fue lo que me llevó a hacerme "K". No es que un día porque estaba aburrido, agarré y dije "pucha, no tengo nada que hacer... opa, ¿y si me hago Kirchnerista?" y a partir de ahí empecé a decir "sí, esto me gusta; sí, lo otro también".
No es así la cuestión.
Primero vino el descubrir que acordaba, una a una, con las medidas que se implementaban. Luego, el sorprenderme y entusiasmarme cada vez que me encontraba estando de acuerdo. Y recién después de eso, luego de varios años de ver cristalizadas tantas cosas que yo pensaba, fue que me dije "listo, obviamente soy K, para qué darle más vueltas al asunto, asumámoslo".
Esto no es un equipo de fútbol, acá la cosa no es "soy de Boca porque mi viejo me hizo así, y vamo' Boquita", por más que muchos así lo crean y de hecho sea una muletilla clásica de tantos. Uno no elige su cuadro de fútbol, eso es fanatismo. Pero uno sí elige su pertenencia partidaria, de tener alguna. Y no lo hace porque sí, porque "ya que estaba, me hice K" o porque "mi viejo me hizo K".
Si yo soy Kirchnerista es porque —para empezar— me interesa la política. Y para seguir, porque pienso de determinada manera. Vi en este gobierno el lugar donde me siento cómodo con mis ideas y que representa y cristaliza lo que yo pienso.
A mí el gobierno no me piensa, ni piensa por mí. Yo pensaría lo mismo estuviera o no Cristina gobernando.
Pero da la casualidad que sí lo está. Y que ella (y Néstor anteriormente) hace aquello que considero correcto. Ergo: me identifico con su gobierno, lo apoyo y me llamo a mí mismo Kirchnerista. Lo hago por convicción, no por fanatismo. Es más: lo hago por convicción previa al Kirchnerismo, porque antes de ser K ya pensaba así.
Si mañana CFK indultara a todos los genocidas, vetara la Ley de Medios, privatizara AA, YPF o Aguas Argentinas, volviera a las AFJP, congelara salarios y jubilaciones, si hiciera todo eso, saldría del Kirchnerismo más rápido que Patricia Bullrich de cualquier partido*. No me importa que sea Cristina, que sea el FPV el que lo haga. Apoyar eso sería ir en contra de mis convicciones —eso que está antes que un partido político o gobierno— y no lo haría. Porque no soy un "fanático", como tanto les gusta decir a algunos. El fanatismo me lo guardo pal fulbito. Esto es otra cosa, esto es convicción. Convicción que te puede gustar o no, cómo no, ese es otro tema, pero no seas necio y me compares con un hincha de fútbol o un fan cegado por Justin Bieber (ponele).
Fanatismo es una cosa.
Convicción es otra.


*Los insto a no correrme por el lado de "¿y qué me decís de ... medida?". No, no estoy de acuerdo en un 100% con TODAS las medidas del ejecutivo. Pucha, ni siquiera estoy de acuerdo en un 100% con mi mejor amigo. Eso no hace que mi mejor amigo deje de serlo. Ni que el gobierno deje de ser el espacio político al cual apoyo.

martes, 28 de mayo de 2013

El "enemigo" que no es

El otro día me sorprendí de mí mismo: leí una declaración del vicepresidente de Bolivia que decía que los trotskistas son la ultraderecha camuflada. En otro momento de mi vida habría estado de acuerdo. Pero el otro día que vi eso, fruncí un poco el ceño y no me pareció una frase acertada. Por lo menos, no me pareció aplicable a nuestro país, Argentina.

No se asusten, mis queridas palometitas, no me estoy trotskizando. Como me dijo un amigo hace un tiempo, a mí del Peronismo no me sacan ni con orden judicial.
No estoy de acuerdo con lo que plantean los militantes del PeÓ, por poner quizás el ejemplo del trosko argentino. No acuerdo con su visión idealista de la política efectiva, no concuerdo con su visión que a mi modo de ver es irrealizable, y creo que nunca lo voy a hacer.

Pero creo que hay una interpretación sobre muchos militantes de ese espacio que es condenatoria sin que lo merezcan.
Sí, son hincha pelotas como mosquito que insiste en meterse en tu oreja. Sí, se la pasan diciéndonos a los K que somos "de derecha". Sí, son capaces de acudir a una convocatoria de Moyano después de habernos taladrado durante años que "marchábamos con Moyano". Sí, sí y sí, tienen mil y una cosas que me rompen las tarlipes y seguramente a vos -kerido K- también.

Pero la derecha está en otro lado.
Y esa sí que es peligrosa, pero peligrosa en serio. Peligrosa onda reprivatizar hasta la tanga de tu hermana, sacar la AUH, bajar sueldos, endeudarse hasta el ocote con el FMI nuevamente. Así de peligrosa y así de derecha.
A los troskos locales nada de lo que hace el gobierno les cae bien. Ok, te lo concedo: igual que a los Macris. Quizás sea por eso que algunos dicen que son igual que la derecha. Pero yo encuentro que eso es un error importante. Porque las razones, el por qué a los troskos no les caen bien las medidas del gobierno son bien distintas a las de los Eugenios Vidales.
Por poner un solo ejemplo: un trosko no está de acuerdo con la nacionalización de YPF, un Macri tampoco. Ahora: el Macri quisiera que TODO YPF sea privado (y de ser posible, extranjero). El trosko quiere lo contrario a eso: desea una YPF 100% estatal bajo el control directo de los trabajadores.
Insisto: la derecha está en otro lado, no en el PeÓ. Ojo con empecinarse en pelear con ellos, porque no sea cosa que nos distraigamos haciendo eso y no pongamos la bala adonde realmente tiene que ir. Y cuando digo la bala no me refiero a algo literal, no sean giles y empiecen a lanzar que quiero matar a alguien.

Estaría bueno que de parte del trotskismo también se aviven, porque esto va para los dos lados. Pero bueno, esa es otra discusión y de cualquier modo no albergo demasiadas esperanzas de que así sea.

Sé que nunca van a estar en una marcha de nosotros. Sé que quizás los encuentre en cuanta movilización contraria al gobierno se haga. Ya sea que la convoque Perez Esquivel o el Momo Venegas, da igual, capaz los encuentre, porque es contra el gobierno y eso basta. Y seguramente me enoje y los putee con ganas cuando eso pase, y los mande a la recalcada de su abuelita cuando me digan que "defiendo a un gobierno de derecha", y apriete los dientes de bronca cuando los vea patalear y denostar la política de DDHH como también lo hace Duhalde, aunque sea por razones distintas.
Sé que hay muchas cosas de ellos que me dan ganas de hacerles un tackle bajo. Pero la diferencia está en que ese tackle no se los daría por hijos de puta. Porque no pienso que lo sean. Se los daría, en cualquier caso, porque considero que son necios, porque creo que no se dan cuenta, porque tienen esa actitud de "si no es exactamente como a mí me parece que debe ser, entonces que no sea".
Pero los hijos de puta, así con todas las letras, son otros.
La derecha son otros.
Los enemigos son otros.
Apuntemos a y cuidémonos de ellos.


PD: por supuesto que puedo estar equivocado; en cuyo caso, no tengo ningún problema en que me lo hagan notar y me corrijan.
Abrazo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Judicialización de la vida

En el Senado Nacional -hace escasos minutos- se aprobó una ley: una norma que reforma el Consejo de la Magistratura. Y ya, en este momentos, la oposición está lista para presentar el escrito ante la justicia para impedir que dicha ley entre en vigencia.
Da igual qué ley se apruebe. Dije la del Consejo de la Magistratura porque es la que se debatió hoy, nada más. Mi punto es otro.
Mi punto es la judicialización de toda ley que intente promulgar el Ejecutivo. Cualquier cosa, sea lo que sea, esté bien o mal, no importa. Tal parece que para la oposición, la onda es judicializar lo que sea se apruebe en el Congreso. Porque "somo' oposición, somo'". Y ojo, que cuando digo "oposición" no me refiero únicamente a los políticos: hablo también de aquellas enormes empresas, esos poderes fácticos a los que no les gusta algo que hace el gobierno por el simple hecho de que afecta sus intereses. Entonces ellos, al igual que los políticos, corren presurosos hacia tribunales con la demanda lista para impedir que una ley se cumpla.
Hoy por hoy, casi como que no hay medida que no se pare. En cuanto el Congreso aprueba una ley, algún trasnochado presenta uno de esos famosos amparos y voilà! La justicia, siempre atenta a los reclamos empresariales, les concede el deseo.
Ahí tenemos a la Ley de Medios, parada hace cuatro años, por obra y capricho de Clarín. Tenemos también a La Nación, que no paga impuestos hace diez años gracias a un amparo. Tenemos la expropiación de La Rural frenada por esos mafiosos que aprobaron cuanto golpe de Estado se haya producido en la Argentina y que ocupan un predio que jamás pagaron. Y -por supuesto- vamos a tener la Ley del Consejo de la Magistratura frenada también por algún buen político samaritano que presente la queja ante los tribunales.

Esta judicialización de la vida me tiene un poco harto. Porque es la manera de frenar la vida política Argentina que encontraron aquellos que no ganan ni a la bolita. Como ellos no pueden ganar lo más importante (los votos), buscan la manera de hacer mula y que el partido les salga a su favor. Y el Poder Judicial, lamentablemente, les hace las veces de aliado en muchísimas ocasiones. Un aliado tan copado que les saca fallos a favor a cambio de algún que otro viajecito, por ejemplo, como el juez De las Carreras.

No recuerdo que haya habido amparos cuando se aprobaron las AFJP, o cuando se decretó un recorte del 13% a los jubilados y empleados estatales, o cuando Aerolíneas Argentinas fue entregada al grupo Marsans, o cuando se cerraban ramales ferroviarios, o cuando se privatizaron los teléfonos, el agua, la luz y el gas, o cuando se formó el corralito.
No hubo amparos con nada de eso que le jodió la vida real, diaria, concreta, a todos los argentinos. Pero sin embargo, ahora los hay cuando se sanciona una ley de medios que democratiza el espectro mediático. Cuando La Nación quiere no garpar lo que garpamos todos: impuestos. Cuando la SRA pretende seguir en un predio que no pagó.
Para todo eso sí hay amparos, para esos reclamos sí existe la "justicia".

Really?
¿De veras?

No me jodas.

"Justicia" la mía. Esto no es justicia. Esto es simple y puro palo en la rueda, no dejar que el gobierno gobierne, extorsión, como lo quieras llamar.

Pero no es justicia.

martes, 7 de mayo de 2013

"A Néstor lo mataron!!!" Sí, cómo no...

Cortito y al pie.

Me tiene harto de todo hartazgo una supuesta "carta" que anda circulando por las redes sociales, en la que dice que a Néstor Kirchner lo mataron y bla bla bla. La supuesta carta la escribe un (otra vez) supuesto médico que (una más, y van) supuestamente se llama Raúl Vizcaino, y hasta da su número de documento y todo!!! Qué groso el Dr. Vizcaino, hasta nos facilita su DNI para que el desorientado lector no desconfíe de su palabra, su buen nombre y honor, y -sobre todo- no dude de que NK en realidad no murió de un ataque cardíaco, sino que lo asesinaron de un balazo en la cabeza. Increíble el grado de delirio cósmico que tuvo el o los que inventaron ese mail

A ver si ponemos los patitos en fila, muchachada:

El "doctor Raul Vizcaino" no existe. ¿Se leyó bien? NO - EXISTE. No hay ninguna persona llamada Raúl Vizcaino nacida entre los años 1951 y 1952.
¿Y por qué digo esos años de nacimiento? Por el número de DNI que aparece en la carta, mis queridas palometitas, que es 10.083.432. Los DNI 10.000.000 en adelante son de gente de aproximadamente 60 años, que nacieron en los años 1951 y 1952.
Y hablando de DNIs... ese número de Documento Nacional de Identidad que se lee en ese mamarracho que circula como virus por la red (10.083.432) pertenece a una señora llamada Ester Alicia Czaczkowsky, de 61 años, que trabaja como empleada y vive en Wilde, provincia de Buenos Aires.
Un poco lejos de El Calafate queda Wilde. Un poco femenina la señora como para llamarse Raúl. Un poco empleada para ser médica.
Un poco demasiado falso todo lo que vomita esa "carta", ¿no les parece?

Sé que desmentir semejante burrada obvia es bastante bobo. Lo sé.
Pero primero que nada, yo soy bastante bobo, así que de última, la desmentida me va como anillo al dedo.
Y segundo, aunque todos ustedes, gente de neuronas activas, se hayan dado cuenta al toque de esta ridiculez suprema, piensen que hay otras tantas personas a las que pareciera no funcionarles del todo bien la sinapsis y se comieron este pastelito entero (posiblemente votantes de Carrió o Alfonsín Jr, pobrecitos ellos, porque te tienen que funcionar mal las neuronas para votar a esa gente).
Creo que nunca está de más aclarar las cosas, por más pequeñas y sin importancia que parezcan. Así que eso es lo que estoy haciendo acá.
Y como ya terminé de aclarar esta inmensa paparruchada (siempre de dio gracia esa palabra), me voy a hacer algo más productivo que esto. Como ser, por ejemplo, rascarme el huevo izquierdo que en este preciso instante me está picando bastante.
Hasta luego, pórtense bien.
Y no se crean todas las giladas que les aparecen escritas en el monitor.

jueves, 11 de abril de 2013

Y sigue el recreo!!! Otra peli para bajar

No, mis queridas palometitas, no voy a abandonar mi costumbre de escribir sobre política y esas yerbas. Es sólo que a veces se me da por hacer otras cosas, vieron, y una de ellas es subir alguna que otra película para -espero- deleite de muchos.

Y siguiendo con los hermanos Coen (como en mi anterior artículo), en esta ocasión les dejo una película que está cabeza a cabeza peleando el primer puesto en materia de mis favoritos con The Big Lebowski: O Brother, Where Art Thou?

Este film cuenta la historia de Everett McGill (George Clooney), Pete (John Turturro) y Delmar O’Donnell (Tim Blake Nelson), tres presos que se escapan de prisión con el objetivo de recuperar 1 millón de dólares que Everett dice haber robado y escondido antes de su encarcelación. El tema es que se tienen que apurar para encontrarlo porque en cuatro días, el valle en el que está enterrado va a ser inundado para crear un lago artificial como parte de un proyecto hidroeléctrico.
En el camino hacia el dinero les pasan miles de cosas imprevistas y locas (sin contar el hecho de que los están buscando para devolverlos a la cárcel). Tan insólitos son algunos de los episodios que les suceden, que uno de ellos lleva a que terminen grabando un tema que luego se hace furor ("Man of Constant Sorrow")

A mi parecer, una gran comedia de los hermanos Ethan y Joel Coen.











Nombre del archivo: O Brother, Where Art Thou (2000)
Formato: AVI (comprimido con Winrar)
Idioma: Inglés
Subtítulos: Español (srt)
Resolución: 640X272
Duración: 1:47:11 hs
Tamaño: 699 MB
Links: 4























O Brother - Link 1

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domingo, 7 de abril de 2013

Recreooo!!! Cine para bajar

Y sí, amigos y amigas lectores de este blog : hay veces en las que no hablo de política. Vieron cómo es esto, uno tiene más de una pasión en la vida, generalmente.
Y en esta oportunidad, esa pasión es el cine. Paso a dejarles una de mis películas favoritas de todos los tiempos: The Big Lebowski (o El Gran Lebowski, tal es su nombre en español).

Para los que no la conozcan, les digo que esta genialidad es un film hecho por los hermanos Joel y Ethan Coen, y gira en torno a la vida de The Dude (Jeff Bridges), un tipo que ya se pasa de hippie y aterriza directamente en la vagancia consuetudinaria como estilo de vida.
Un buen día, este simpático lumpen es confundido por otra persona que tiene su mismo nombre, pero que a diferencia de The Dude, es un hombre millonario. El problema es que quienes lo confunden son un par de matones que le quieren sacar dinero (al Lebowski forrado). Dinero que The Dude obviamente no tiene, porque como dije antes, es un vago redomado.

A lo largo de la película, además de The Dude, podemos ver a dos personajes que son los amigos del personaje principal: Walter Sobchak (interpretado por John Goodman) y Donny Kerabatsos (interpretado por Steve Buscemi). Estos dos tipos son un Cirque Du Soleil de la risa y complementan a Lebowski de una manera magistral a lo largo de la historia. Y si me permiten una opinión personal, les digo que John Goodman está IMPRESIONANTE en este papel. Walter es quizás el personaje que más me gusta en esta película, más que el mismo Lebowski, que es el personaje principal. Ese gordo está tan bien en ese papel que casi hace que The Dude pase a ser mi segundo favorito. No, perdón, estoy mintiendo: "casi" no. John Goodman hace que mi personaje favorito sea Walter, y el segundo, Lebowski, The Dude. Así de una.
En la película también actúan John Turturro (Jesús Quintana), Philip Seymour Hoffman (Brandt), Julianne Moore (Maude) y Tara Reid (Bonnie, la esposa del Lebowski rico).












Nombre del archivo: The Big Lebowski (XViD) [DVDRip] {1998}-YyIiNn
Formato: AVI (comprimido con Winrar)
Idioma: Inglés
Subtítulos: Español (srt)
Resolución: 640X480
Duración: 1:52:12 hs
Tamaño: 834 MB
Links: 5

















Pass: subidoportuqui

domingo, 31 de marzo de 2013

Insultos, boludos e insultos boludos

¿Qué constituye un insulto?
Para empezar, la intención con la que se dice determinada cosa. La intención de una palabra o frase es lo que hace a la palabra o frase en sí. Si uno quiere insultar a alguien diciéndole algo, lo va a hacer. Todo depende de la intención que uno tenga a la hora de proferir X cosa.
Para seguir, el contexto. No es lo mismo decirle a alguien "comés carne de vaca" en Argentina que en la India. En Argentina, nadie consideraría esa frase como insultante, sino más bien como una descripción de una costumbre local. En cambio, en la India, creo que no sólo sería un insulto sino que sería un delito, ya que las vacas son consideradas sagradas en ese país.
Y, para terminar, la etimología de la palabra en sí. Y esto viene muy al final, porque es en extremo relativa. Digamos, por ejemplo, que decirle "puta" a una mujer raramente se puede considerar algo positivo. Etimológicamente, esta es una palabra que no conlleva una carga demasiado positiva que digamos (aunque todo se puede torcer y acomodar). Pero convengamos en que por lo general, no suele ser una palabra amigable per se.

El insulto, la bardeada, la puteada, como lo quieran llamar, depende mucho de las tres cosas que dije anteriormente: la intención, el contexto y la palabra en sí.
Todo junto y por el mismo precio.
No es lo mismo decirle "boludo" a alguien con buena onda que decírselo con mala onda. Si yo le digo a mi amigo "che, boludo, vamos a tomar algo hoy", nadie se ofendería. En cambio, si le digo "sos un boludo, no hagas más eso", quizás el receptor no se lo tome muy bien que digamos.
Porque todo depende de la intención. En el 1º caso, mi intención fue buena, en el 2º, fue mala.
La misma palabra se puede tomar de maneras muy diferentes, dependiendo de lo que yo le quiera decir al otro.

Lo mismo -y mezclado- pasa con el contexto. Suponete que yo estoy con un amigo, y ese amigo me dice "esto es un cáncer, qué mal". No pasa nada, nadie se siente ofendido y probablemente yo me ría ante esa frase.
Pero supongamos que tu amigo Pedro tiene cáncer, y vos decís "esto es un cáncer, qué mal". ¿Cómo lo tomarías cuando te dieras cuenta de la situación de Pedro? Eso depende de muchas cosas, pero convengamos que si vos tenés un amigo con esa enfermedad, lo más probable es que no vas a decir esa frase.
¿Y por qué es eso?
Porque tenés un contexto. Porque sabés que tu amigo tiene esa enfermedad, sabés que es algo choto, que lo hace sufrir, que no le gusta y por eso no nombrás esa palabra en ese contexto. Porque, en ese contexto en el que tu amigo tiene cáncer, esa palabra queda horrible.

La etimología es lo que menos me interesa de todo esto. Creo que las palabras/frases no son ni "buenas" ni "malas" per se, sino que se les da una orientación "buena" o "mala", dependiendo sea el caso. No creo en las malas palabras ni en las buenas. Tiendo a prestarle más atención al por qué se dice X cosa.

Juntando todo
Suponete que vos sos un hombre de veintipico de años, o treintipico, y estás casado. Si alguien viene y te dice "¿cómo está tu señora?", vos probablemente le respondas "bien, rompiéndome las pelotas como siempre" (chicas, no se pongan locas, es una joda... ponele).
Nada malo en esa conversación, ¿no? No hay insulto de por medio.
Pero suponete que tu esposa falleció hace un tiempo. Y esa misma persona de antes -sabiendo de esto- viene y te dice lo mismo, o sea: "¿cómo está tu señora?".
El contexto cambia. Y la intención -claramente- también. En este nuevo contexto, uno puede decir "no me jodas, me estás bardeando, te meto una piña". Mientras que en el anterior contexto, uno no piensa nada ni cercano a eso, no piensa nada malo, de hecho.

Concluyendo
La intención de una palabra o frase lo es todo.
Puede convertir algo en un halago, una descripción o un insulto, indistintamente, dependiendo de lo que uno quiera realmente decir.
"Boludo" no es lo mismo en cualquier contexto. Así como ningún otro vocablo (o frase).
"Sos un forro" tampoco es lo mismo si se dice en un contexto o en otro. Puede ser hasta un halago, si se lo piensa en el contexto adecuado. Y puede ser un insulto de lo más feo, también. Todo depende. Así como "lindo" puede llegar a ser una bardeada considerable, si se la dice con el suficiente desprecio.

La palabra es sólo eso: palabra. El significado que cada uno le de, depende enteramente de otros factores que nada tienen que ver con la palabra en sí. Sino -y como dije al principio- de la intención y el contexto.
Así que, la próxima vez que le vayas a decir algo a alguien, pensá muy bien que qué le querés decir, y no tanto en las palabras que vayas a usar. Porque no sea cosa que le termines diciendo algo que no querés. A menos que seas extremadamente claro, y/o tu interlocutor tenga en claro todas tus intenciones y palabras.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Izquierda, derecha, arriba, abajo, al centro y adentro

Es curioso cómo a veces el ser humano intenta clasificar todo.
Por ejemplo: sos bueno o sos malo. Sos negro o sos blanco. Sos de Boca, de River, de Racing, de Independiente, de San Lorenzo, etc, pero de algún cuadro sos. Sos piola, bobo, inteligente, simpático, gracioso, amargo, serio, tranquilo, nervioso, culto, bruto, buena gente, mala gente, sincero, mentiroso. La corto acá, pero podría seguir por siglos.
En ese casi inevitable intento por encasillar todo lo que nos rodea, la política no está exenta. Siempre -o casi siempre- hay ese impulso que nos obliga a decir "este es de derecha", o "este es de izquierda". Una cosa así, bastante binaria.
Pero resulta que a veces la cosa -siempre hablando en términos políticos- no es tan sencilla como pareciera ser.
Yo, por ejemplo, soy un confeso y contento "K". Kirchnerista, adepto al gobierno, soldado de Cristina, para los que no me entienden.
He recibido "halagos" de lo más variados en todo este tiempo. Algunos me dicen que soy un "zurdo irrecuperable". Otros, que soy un "derechoso incurable". Es gracioso, porque yo soy la misma persona. Sin embargo, mi ubicación política varía depende de quién me clasifique. Puedo ser un defensor de lo más oscuro de la derecha tanto como puedo ser un vocero del comunismo más acérrimo, dependiendo de quién me esté hablando.
Yo no me considero ninguna de esas dos cosas, pero así es cómo me ven algunas personas.
Es curioso -repito- cómo a veces uno pone en un lugar al otro, un lugar inamovible y cierto, y no lo saca de ahí. También encuentro curioso el lugar en el que alguien -quien sea- ubica a X persona, sin que esa persona se reconozca en el lugar ubicado.
Y lo que más curioso encuentro es el hecho de que yo, por ejemplo, no me veo reflejado en ninguno de los dos lugares (izquierda-derecha) en los que me ubican.
Porque según "ellos", para ser de izquierda tengo que aborrecer cualquier medida que se encuadre dentro del capitalismo. Y para ser de derecha, tengo que estar a favor de un Estado ausente y de las leyes que impone el mercado. Y la realidad es que no estoy de acuerdo con ninguna de esas cosas. ¿Y entonces? En dónde estoy? ¿Soy de derecha o soy de izquierda?
¿Dónde me ubico si creo que el Estado tiene que tener un papel primordial en la vida de la gente, pero al mismo tiempo creo que no se puede sacar a relucir la onda sacapecho y expropiar todo?
¿Dónde me ubico si creo que nacionalizar el 51% de YPF es motivo de festejo, y no que "no se expropió lo suficiente" o se "le robó el derecho de los privados" al sacarle ese 51%?
¿Dónde me ubico si creo que la Barrick es un error garrafal pero estoy de acuerdo con la minería?
¿Dónde me pongo si pienso que la deuda externa es ilegal pero creo que el pago al FMI, con todas las quitas que se hicieron, estuvo bien planteado?
¿En qué categoría me encuadro si acepto el mundo capitalista en el que vivimos pero busco la mejor forma de vivir en él, para que la mayor parte de mi pueblo la pase lo mejor posible en su vida diaria? ¿Dónde me ubico si acepto las cartas de un juego, sucio desde el vamos, para intentar que aquellos que no saben de esas cuestiones de trampas y embrollos estén aunque sea un poquito mejor?

¿Dónde me ubico yo?
¿Dónde me ubicás vos si pienso así?
¿Estoy a la derecha o a la izquierda?

Creo yo que hay ideas, posturas, pensamientos inclasificables. Inclasificables en el sentido binario en el que uno piensa las cosas, por lo menos.
Derecha, izquierda, y por supuesto que hay un abismo entre uno y otro. Si a mí me preguntás, yo prefiero todo lo que esté del centro a la izquierda, nunca a la derecha. Sin llegar a la extrema izquierda, por supuesto: creo que es ahí donde el círculo se cierra y se enlaza con el otro lado. O sea, la derecha.

Pero lo cierto es que yo pienso de determinada manera, y apoyo algo en consecuencia, y ahí me caen los convencidos de un lado y del otro a decirme dónde pertenezco, dónde tengo que ir. Y -la verdad- yo no me veo en ninguno de esos lados a los que me mandan (ni siquiera a la mierda, que es un sitio al que me envían asiduamente).
No sé si estaré yo demasiado desorientado... o si los desorientados serán los que me mandan a un lado o al otro.

jueves, 21 de marzo de 2013

Teoría de los dos demonios: justificando lo injustificable

Cuando se habla de la dictadura cívico-militar de 1976, algunas personas (por lo general defensoras de los golpistas) tienden a sacar a relucir una teoría bastante dudosa: la de los dos demonios. Esa que dice una especie de "bueno, sí, los militares estuvieron mal en secuestrar y torturar a tanta gente... pero del otro lado no se quedaban atrás, ehhhh".
Esa idea de instalar que había dos males antagónicos en el país, que lo que ocurrió en realidad fue "una guerra", que había dos bandos y entre ellos se "peleaban".
Yo encuentro que esa teoría es una idea descabellada, la mire por donde se la mire.

Fuerzas NO iguales
Para empezar, no hubo nunca dos "males antagónicos" en igualdad de condiciones. Decir eso es como afirmar que una banda de chorros es lo mismo que la fuerza policial en su conjunto.
¿Decís que los Montoneros, el ERP eran asesinos porque ponían bombas? Está bien, decilo. Aún así, seguían siendo una banda -más o menos organizada, eso no importa- que delinquía. No eran un Estado (con todo lo que eso representa y conlleva) a cargo de los destinos del país. No había ni hubo nunca "igualdad de condiciones". No se puede comparar una organización terrorista con el aparato estatal. Sencillamente no es comparable.

Alguna que otra persona me ha corrido con la gente asesinada por los Montos, por ejemplo. Mi respuesta siempre es la misma:
Eso no tiene nada que ver con un plan sistemático de aniquilación llevado a cabo por parte del que ese entonces era el Estado (usurpado e ilegal desde el vamos, encima). Los campos de concentración en los que se mantenía a la gente durante meses e incluso años torturándola, los asesinatos en masa que se cometieron por parte del estado, la apropiación de más de 500 bebés y ni siquiera nombro el saqueo de bienes porque queda chico al lado de lo nombrado anteriormente.
Eso de querer comparar terrorismo con terrorismo de Estado es algo que no tiene ni pies ni cabeza. Los delitos que cometieron los guerrilleros son delitos comunes que atañen a la justicia común. En cambio, cualquier delito cometido por el Estado es un crimen más grave. Y no es que lo digo yo de caprichoso que soy: está contemplado así por la ley.
Por ejemplo: que un policía mate a alguien acarrea una pena más alta que si que lo hace un civil, y esto tiene una lógica: el policía se supone que está para proteger la ley, no para violarla. El civil no tiene esa obligación, la de proteger, la de ser vigilante de la ley.
Bajo ese mismo criterio, el Estado no debe jamás levantar su mano contra el pueblo, por más culpable que sea un individuo que cometió un delito.
A ver si nos entendemos: lo que debe hacer el Estado es apresar al infractor y someterlo a juicio. No secuestrarlo, torturarlo y matarlo.
Si el Estado -que está obligado por ley a protegernos- nos mata, siempre va a tener una sanción más grande que aquella que se le de a un tipo cualquiera que mata a otro.
Lo cual me lleva directamente a otro asunto

Los delitos de lesa humanidad
Los delitos de lesa humanidad son aquellos cometidos por el Estado de cualquier país. Estos delitos no prescriben, y la razón es que un delito cometido por el Estado siempre se considera más grave que el mismo delito cometido por un civil.
Los delitos cometidos por los Monto -por ejemplo- no son considerados de lesa humanidad por la sencilla razón que los Monto no eran el Estado. Por lo cual, y aunque joda, prescriben. Los de los militares no, porque ellos eran el Estado (ilegal, pero estado al fin) en ese momento.
Para pasarlo en limpio:
Todas las bombas que pusieron los guerrilleros, todos los atentados que hicieron, todo eso son delitos comunes, como podría ser un HDP que hoy viene y te mata a un amigo o familiar.
Lo que hizo la dictadura fue amparado por el mismo Estado, ya que ellos lo eran. Y eso significa que el Poder Ejecutivo, la ley, la policía, la gendarmería... todo lo que se te ocurra los encubría. Eso es más grave, mucho más grave, para la lógica básica y para la justicia. Porque los militares -al ser el estado- tenían 100% de impunidad asegurada de todos lados que uno pueda imaginar.

Y eso sólo hablando de las organizaciones guerrilleras. Que dicho sea de paso, para el año 1975 ya estaban prácticamente aniquiladas. El golpe se dio en el 76, momento para el cual ya no había "amenaza real" por parte de ningún "monto". Así que en realidad, la excusa de la  supuesta guerra es sólo eso: una excusa.

"Guerrilla"
Pero ojo, porque el tema "guerrilla" es nada más que otro intento de los golpistas y sus defensores para justificar lo injustificable, que es un golpe de Estado.
Es bien sabido (por todos aquellos que quieren ver) que muchísimas personas secuestradas no representaban peligro alguno para nadie.
¿O me van a decir que los pibes de La Noche de los Lápices eran guerrilleros por pedir el boleto estudiantil?
¿O que el negrito Floreal Avellaneda, de 15 años, era un peligro para la sociedad? Al Negrito se lo llevaron de su casa porque no encontraron a su padre, a quien estaban buscando. Y lo torturaron, a un pendejo de quince años, y lo empalaron. Si no saben lo que es un empalamiento, vayan a Google.
¿O que Pablo Míguez era un ponebombas? Pablo era un chico de 14 años cuando se lo llevaron a la ESMA, entre otros lugares en los que estuvo. Decime vos qué cosa tan horripilante podía haber hecho ese nene que amerite que lo torturen y asesinen.
¿Y las monjas francesas que secuestraron y asesinaron? ¿Acaso ellas también eran violentas?
¿Y los sacerdotes Yorio y Jalics (tan en boca de todos en estos días "papales")?
¿Y Claudio Tamburrini, jugador de fútbol, arquero de Almagro, que fue secuestrado en 1977? ¿Qué hacía él? ¿Acribillar gente a pelotazos, acaso?

Podría seguir durante días nombrando personas "chupadas", torturadas y asesinadas que NO ERAN guerrilleros ni nada que se le parezca. Esos que nombré más arriba son sólo aquellos que lograron tener nombre en el erario público, pero imagínense la cantidad de vidas similares que se llevaron los genocidas.
El verso de la "guerrilla" es nada más que eso: VERSO. A ver cuándo lo entienden todos aquellos que gritan a los cuatro vientos la palabra guerra con tanta liviandad.

Para finalizar
Estoy dejando afuera algunos factores, porque si no lo hago, esta entrada sería interminable. Pero quiero nombrar brevemente sólo uno de ellos: el robo de bebés. Esa atrocidad también la hicieron los militares y los civiles cómplices en esa época. No sé si te imaginás la real dimensión que tiene eso, pero pensalo un minuto: le robaban los bebés a las madres que parían en los campos de concentración. Y no sólo eso, sino que a esos bebés los anotaban como propios y nunca les decían su origen.
Ni siquiera en la guerra más cruenta se hizo eso.
Y esto no era ni siquiera eso, una guerra.

Y enlazando una cosa con otra, quiero que algo quede bien pero BIEN en claro:
Acá no hubo ninguna guerra.
Acá no hubieron dos bandos.
Acá no hubieron dos demonios.
Acá hubo uno sólo.
Ese demonio se llamó DICTADURA.

lunes, 18 de marzo de 2013

Francisco/Bergoglio. Un pensamiento

Intro necesaria
A esta altura del partido, creo que todos saben lo que yo pienso, cómo pienso y por qué lo pienso. Y -creo y espero- que sepan que siempre hablo desde la más absoluta honestidad. Aunque a veces les parezcan idioteces las que digo, y seguramente lo sean. Pero más allá de eso, siempre me manejé con la más absoluta de las honestidades, para con ustedes y para con mí mismo.
Nunca hice esto, pero esta vez, le voy a pedir perdón de antemano a quien sea se sienta ofendido o incómodo con lo que voy a decir.

Al grano
No voy a atacar a Bergoglio, o Francisco, tal es su nuevo nombre papal. No lo voy a hacer. Por lo menos, no por lo que ustedes esperan.
Sé que Bergoglio atacó al matrimonio igualitario con actitud cavernícola. Amigos, sean sinceros... ¿ustedes esperaban algo distinto de un cardenal de la iglesia católica? No hubo nada que no me esperara, y (espero) ninguno de ustedes. Nada sorprendente en esa postura, ni en la de adopción por parte de personas gay, que, por supuesto, fue adversa.
Sé también que se tiró contra este gobierno, al que yo considero uno de los mejores de la historia. Pero ¿eso me alcanza para condenarlo? Ciertamente no.

Lo realmente complicado con respecto al nuevo papa Francisco es su alegada benevolencia con la dictadura.
Y - con respecto a eso- no encontré nada firme y/o irrefutable que lo una. Sé que hay dos clérigos (Orlando Yorio y Francisco Jalics) que lo han acusado de entregarlos. Pero lo cierto es que esto nunca se comprobó. La justicia nunca dijo que Bergoglio haya hecho eso. Por lo cual, tengo que pensar que Bergoglio nunca lo hizo. Porque creo en la justicia y en la idoneidad de los investigadores y abogados. Si ellos llegaron a la conclusión de que el Papa Francisco no tuvo nada que ver con eso, yo les tengo que creer. Así como creo en la justicia cuando condenan a un genocida de esa misma dictadura que varias personas respetables para mí dicen que Bergoglio apañó. Si creo en la justicia, tengo que creer siempre, no sólo cuando me conviene o se ajusta a mi visión de las cosas.
Hay otra gente, además, que parece o es muy respetable, que lo defiende. No puedo hacer la vista gorda ni pretender que no lo escuché.
Perez Esquivel, un tipo al que respeto, dice que no cree que Bergoglio haya sido cómplice.
Lo mismo dice Mariotto, otra persona a la que respeto, y que parece conocer al Papa más que yo, por lo menos.
Cristina... se me hace que la Presi -a pesar de tener sus diferencias- está contenta, o por lo menos conforme, con esta nueva designación.
Una amiga del flamante Papa -no recuerdo su nombre en este momento- declaró que Bergoglio hizo que una persona bajo riesgo de ser "chupada" pudo dejar el país gracias a que Bergoglio le prestó sus documentos. Eso no es precisamente ser cómplice de la dictadura.

Conclusión inconclusa
Hubieron varias personas que me preguntaron acerca de lo que pienso del nuevo Papa. Por eso es que estoy haciendo esta publicación.
La verdad les digo: no sé qué pensar ni qué decir con respecto a Francisco/Bergoglio. Además de lo que ya me leyeron más arriba, esto es.
"Ambiguo" es la palabra que más me resuena en la cabeza. Pero -de verdad, amigos- no sé qué otra cosa decirles.

Lo único que sé de posta hoy por hoy es que habemus papam. Y que ese Papa es Argentino.
Nada más.
Estoy seguro que los convencidos de un lado y de otro me putearán y pensarán "¿pero este pendejo es idiota o qué?"
Seguramente todos y todas tengan razón: soy un gil enorme. Pero no puedo escribir algo y no decir lo que pienso. Y lo que pienso es esto que les dije. Que ni yo mismo sé qué es.