martes, 28 de mayo de 2013

El "enemigo" que no es

El otro día me sorprendí de mí mismo: leí una declaración del vicepresidente de Bolivia que decía que los trotskistas son la ultraderecha camuflada. En otro momento de mi vida habría estado de acuerdo. Pero el otro día que vi eso, fruncí un poco el ceño y no me pareció una frase acertada. Por lo menos, no me pareció aplicable a nuestro país, Argentina.

No se asusten, mis queridas palometitas, no me estoy trotskizando. Como me dijo un amigo hace un tiempo, a mí del Peronismo no me sacan ni con orden judicial.
No estoy de acuerdo con lo que plantean los militantes del PeÓ, por poner quizás el ejemplo del trosko argentino. No acuerdo con su visión idealista de la política efectiva, no concuerdo con su visión que a mi modo de ver es irrealizable, y creo que nunca lo voy a hacer.

Pero creo que hay una interpretación sobre muchos militantes de ese espacio que es condenatoria sin que lo merezcan.
Sí, son hincha pelotas como mosquito que insiste en meterse en tu oreja. Sí, se la pasan diciéndonos a los K que somos "de derecha". Sí, son capaces de acudir a una convocatoria de Moyano después de habernos taladrado durante años que "marchábamos con Moyano". Sí, sí y sí, tienen mil y una cosas que me rompen las tarlipes y seguramente a vos -kerido K- también.

Pero la derecha está en otro lado.
Y esa sí que es peligrosa, pero peligrosa en serio. Peligrosa onda reprivatizar hasta la tanga de tu hermana, sacar la AUH, bajar sueldos, endeudarse hasta el ocote con el FMI nuevamente. Así de peligrosa y así de derecha.
A los troskos locales nada de lo que hace el gobierno les cae bien. Ok, te lo concedo: igual que a los Macris. Quizás sea por eso que algunos dicen que son igual que la derecha. Pero yo encuentro que eso es un error importante. Porque las razones, el por qué a los troskos no les caen bien las medidas del gobierno son bien distintas a las de los Eugenios Vidales.
Por poner un solo ejemplo: un trosko no está de acuerdo con la nacionalización de YPF, un Macri tampoco. Ahora: el Macri quisiera que TODO YPF sea privado (y de ser posible, extranjero). El trosko quiere lo contrario a eso: desea una YPF 100% estatal bajo el control directo de los trabajadores.
Insisto: la derecha está en otro lado, no en el PeÓ. Ojo con empecinarse en pelear con ellos, porque no sea cosa que nos distraigamos haciendo eso y no pongamos la bala adonde realmente tiene que ir. Y cuando digo la bala no me refiero a algo literal, no sean giles y empiecen a lanzar que quiero matar a alguien.

Estaría bueno que de parte del trotskismo también se aviven, porque esto va para los dos lados. Pero bueno, esa es otra discusión y de cualquier modo no albergo demasiadas esperanzas de que así sea.

Sé que nunca van a estar en una marcha de nosotros. Sé que quizás los encuentre en cuanta movilización contraria al gobierno se haga. Ya sea que la convoque Perez Esquivel o el Momo Venegas, da igual, capaz los encuentre, porque es contra el gobierno y eso basta. Y seguramente me enoje y los putee con ganas cuando eso pase, y los mande a la recalcada de su abuelita cuando me digan que "defiendo a un gobierno de derecha", y apriete los dientes de bronca cuando los vea patalear y denostar la política de DDHH como también lo hace Duhalde, aunque sea por razones distintas.
Sé que hay muchas cosas de ellos que me dan ganas de hacerles un tackle bajo. Pero la diferencia está en que ese tackle no se los daría por hijos de puta. Porque no pienso que lo sean. Se los daría, en cualquier caso, porque considero que son necios, porque creo que no se dan cuenta, porque tienen esa actitud de "si no es exactamente como a mí me parece que debe ser, entonces que no sea".
Pero los hijos de puta, así con todas las letras, son otros.
La derecha son otros.
Los enemigos son otros.
Apuntemos a y cuidémonos de ellos.


PD: por supuesto que puedo estar equivocado; en cuyo caso, no tengo ningún problema en que me lo hagan notar y me corrijan.
Abrazo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Judicialización de la vida

En el Senado Nacional -hace escasos minutos- se aprobó una ley: una norma que reforma el Consejo de la Magistratura. Y ya, en este momentos, la oposición está lista para presentar el escrito ante la justicia para impedir que dicha ley entre en vigencia.
Da igual qué ley se apruebe. Dije la del Consejo de la Magistratura porque es la que se debatió hoy, nada más. Mi punto es otro.
Mi punto es la judicialización de toda ley que intente promulgar el Ejecutivo. Cualquier cosa, sea lo que sea, esté bien o mal, no importa. Tal parece que para la oposición, la onda es judicializar lo que sea se apruebe en el Congreso. Porque "somo' oposición, somo'". Y ojo, que cuando digo "oposición" no me refiero únicamente a los políticos: hablo también de aquellas enormes empresas, esos poderes fácticos a los que no les gusta algo que hace el gobierno por el simple hecho de que afecta sus intereses. Entonces ellos, al igual que los políticos, corren presurosos hacia tribunales con la demanda lista para impedir que una ley se cumpla.
Hoy por hoy, casi como que no hay medida que no se pare. En cuanto el Congreso aprueba una ley, algún trasnochado presenta uno de esos famosos amparos y voilà! La justicia, siempre atenta a los reclamos empresariales, les concede el deseo.
Ahí tenemos a la Ley de Medios, parada hace cuatro años, por obra y capricho de Clarín. Tenemos también a La Nación, que no paga impuestos hace diez años gracias a un amparo. Tenemos la expropiación de La Rural frenada por esos mafiosos que aprobaron cuanto golpe de Estado se haya producido en la Argentina y que ocupan un predio que jamás pagaron. Y -por supuesto- vamos a tener la Ley del Consejo de la Magistratura frenada también por algún buen político samaritano que presente la queja ante los tribunales.

Esta judicialización de la vida me tiene un poco harto. Porque es la manera de frenar la vida política Argentina que encontraron aquellos que no ganan ni a la bolita. Como ellos no pueden ganar lo más importante (los votos), buscan la manera de hacer mula y que el partido les salga a su favor. Y el Poder Judicial, lamentablemente, les hace las veces de aliado en muchísimas ocasiones. Un aliado tan copado que les saca fallos a favor a cambio de algún que otro viajecito, por ejemplo, como el juez De las Carreras.

No recuerdo que haya habido amparos cuando se aprobaron las AFJP, o cuando se decretó un recorte del 13% a los jubilados y empleados estatales, o cuando Aerolíneas Argentinas fue entregada al grupo Marsans, o cuando se cerraban ramales ferroviarios, o cuando se privatizaron los teléfonos, el agua, la luz y el gas, o cuando se formó el corralito.
No hubo amparos con nada de eso que le jodió la vida real, diaria, concreta, a todos los argentinos. Pero sin embargo, ahora los hay cuando se sanciona una ley de medios que democratiza el espectro mediático. Cuando La Nación quiere no garpar lo que garpamos todos: impuestos. Cuando la SRA pretende seguir en un predio que no pagó.
Para todo eso sí hay amparos, para esos reclamos sí existe la "justicia".

Really?
¿De veras?

No me jodas.

"Justicia" la mía. Esto no es justicia. Esto es simple y puro palo en la rueda, no dejar que el gobierno gobierne, extorsión, como lo quieras llamar.

Pero no es justicia.

martes, 7 de mayo de 2013

"A Néstor lo mataron!!!" Sí, cómo no...

Cortito y al pie.

Me tiene harto de todo hartazgo una supuesta "carta" que anda circulando por las redes sociales, en la que dice que a Néstor Kirchner lo mataron y bla bla bla. La supuesta carta la escribe un (otra vez) supuesto médico que (una más, y van) supuestamente se llama Raúl Vizcaino, y hasta da su número de documento y todo!!! Qué groso el Dr. Vizcaino, hasta nos facilita su DNI para que el desorientado lector no desconfíe de su palabra, su buen nombre y honor, y -sobre todo- no dude de que NK en realidad no murió de un ataque cardíaco, sino que lo asesinaron de un balazo en la cabeza. Increíble el grado de delirio cósmico que tuvo el o los que inventaron ese mail

A ver si ponemos los patitos en fila, muchachada:

El "doctor Raul Vizcaino" no existe. ¿Se leyó bien? NO - EXISTE. No hay ninguna persona llamada Raúl Vizcaino nacida entre los años 1951 y 1952.
¿Y por qué digo esos años de nacimiento? Por el número de DNI que aparece en la carta, mis queridas palometitas, que es 10.083.432. Los DNI 10.000.000 en adelante son de gente de aproximadamente 60 años, que nacieron en los años 1951 y 1952.
Y hablando de DNIs... ese número de Documento Nacional de Identidad que se lee en ese mamarracho que circula como virus por la red (10.083.432) pertenece a una señora llamada Ester Alicia Czaczkowsky, de 61 años, que trabaja como empleada y vive en Wilde, provincia de Buenos Aires.
Un poco lejos de El Calafate queda Wilde. Un poco femenina la señora como para llamarse Raúl. Un poco empleada para ser médica.
Un poco demasiado falso todo lo que vomita esa "carta", ¿no les parece?

Sé que desmentir semejante burrada obvia es bastante bobo. Lo sé.
Pero primero que nada, yo soy bastante bobo, así que de última, la desmentida me va como anillo al dedo.
Y segundo, aunque todos ustedes, gente de neuronas activas, se hayan dado cuenta al toque de esta ridiculez suprema, piensen que hay otras tantas personas a las que pareciera no funcionarles del todo bien la sinapsis y se comieron este pastelito entero (posiblemente votantes de Carrió o Alfonsín Jr, pobrecitos ellos, porque te tienen que funcionar mal las neuronas para votar a esa gente).
Creo que nunca está de más aclarar las cosas, por más pequeñas y sin importancia que parezcan. Así que eso es lo que estoy haciendo acá.
Y como ya terminé de aclarar esta inmensa paparruchada (siempre de dio gracia esa palabra), me voy a hacer algo más productivo que esto. Como ser, por ejemplo, rascarme el huevo izquierdo que en este preciso instante me está picando bastante.
Hasta luego, pórtense bien.
Y no se crean todas las giladas que les aparecen escritas en el monitor.