domingo, 31 de marzo de 2013

Insultos, boludos e insultos boludos

¿Qué constituye un insulto?
Para empezar, la intención con la que se dice determinada cosa. La intención de una palabra o frase es lo que hace a la palabra o frase en sí. Si uno quiere insultar a alguien diciéndole algo, lo va a hacer. Todo depende de la intención que uno tenga a la hora de proferir X cosa.
Para seguir, el contexto. No es lo mismo decirle a alguien "comés carne de vaca" en Argentina que en la India. En Argentina, nadie consideraría esa frase como insultante, sino más bien como una descripción de una costumbre local. En cambio, en la India, creo que no sólo sería un insulto sino que sería un delito, ya que las vacas son consideradas sagradas en ese país.
Y, para terminar, la etimología de la palabra en sí. Y esto viene muy al final, porque es en extremo relativa. Digamos, por ejemplo, que decirle "puta" a una mujer raramente se puede considerar algo positivo. Etimológicamente, esta es una palabra que no conlleva una carga demasiado positiva que digamos (aunque todo se puede torcer y acomodar). Pero convengamos en que por lo general, no suele ser una palabra amigable per se.

El insulto, la bardeada, la puteada, como lo quieran llamar, depende mucho de las tres cosas que dije anteriormente: la intención, el contexto y la palabra en sí.
Todo junto y por el mismo precio.
No es lo mismo decirle "boludo" a alguien con buena onda que decírselo con mala onda. Si yo le digo a mi amigo "che, boludo, vamos a tomar algo hoy", nadie se ofendería. En cambio, si le digo "sos un boludo, no hagas más eso", quizás el receptor no se lo tome muy bien que digamos.
Porque todo depende de la intención. En el 1º caso, mi intención fue buena, en el 2º, fue mala.
La misma palabra se puede tomar de maneras muy diferentes, dependiendo de lo que yo le quiera decir al otro.

Lo mismo -y mezclado- pasa con el contexto. Suponete que yo estoy con un amigo, y ese amigo me dice "esto es un cáncer, qué mal". No pasa nada, nadie se siente ofendido y probablemente yo me ría ante esa frase.
Pero supongamos que tu amigo Pedro tiene cáncer, y vos decís "esto es un cáncer, qué mal". ¿Cómo lo tomarías cuando te dieras cuenta de la situación de Pedro? Eso depende de muchas cosas, pero convengamos que si vos tenés un amigo con esa enfermedad, lo más probable es que no vas a decir esa frase.
¿Y por qué es eso?
Porque tenés un contexto. Porque sabés que tu amigo tiene esa enfermedad, sabés que es algo choto, que lo hace sufrir, que no le gusta y por eso no nombrás esa palabra en ese contexto. Porque, en ese contexto en el que tu amigo tiene cáncer, esa palabra queda horrible.

La etimología es lo que menos me interesa de todo esto. Creo que las palabras/frases no son ni "buenas" ni "malas" per se, sino que se les da una orientación "buena" o "mala", dependiendo sea el caso. No creo en las malas palabras ni en las buenas. Tiendo a prestarle más atención al por qué se dice X cosa.

Juntando todo
Suponete que vos sos un hombre de veintipico de años, o treintipico, y estás casado. Si alguien viene y te dice "¿cómo está tu señora?", vos probablemente le respondas "bien, rompiéndome las pelotas como siempre" (chicas, no se pongan locas, es una joda... ponele).
Nada malo en esa conversación, ¿no? No hay insulto de por medio.
Pero suponete que tu esposa falleció hace un tiempo. Y esa misma persona de antes -sabiendo de esto- viene y te dice lo mismo, o sea: "¿cómo está tu señora?".
El contexto cambia. Y la intención -claramente- también. En este nuevo contexto, uno puede decir "no me jodas, me estás bardeando, te meto una piña". Mientras que en el anterior contexto, uno no piensa nada ni cercano a eso, no piensa nada malo, de hecho.

Concluyendo
La intención de una palabra o frase lo es todo.
Puede convertir algo en un halago, una descripción o un insulto, indistintamente, dependiendo de lo que uno quiera realmente decir.
"Boludo" no es lo mismo en cualquier contexto. Así como ningún otro vocablo (o frase).
"Sos un forro" tampoco es lo mismo si se dice en un contexto o en otro. Puede ser hasta un halago, si se lo piensa en el contexto adecuado. Y puede ser un insulto de lo más feo, también. Todo depende. Así como "lindo" puede llegar a ser una bardeada considerable, si se la dice con el suficiente desprecio.

La palabra es sólo eso: palabra. El significado que cada uno le de, depende enteramente de otros factores que nada tienen que ver con la palabra en sí. Sino -y como dije al principio- de la intención y el contexto.
Así que, la próxima vez que le vayas a decir algo a alguien, pensá muy bien que qué le querés decir, y no tanto en las palabras que vayas a usar. Porque no sea cosa que le termines diciendo algo que no querés. A menos que seas extremadamente claro, y/o tu interlocutor tenga en claro todas tus intenciones y palabras.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Izquierda, derecha, arriba, abajo, al centro y adentro

Es curioso cómo a veces el ser humano intenta clasificar todo.
Por ejemplo: sos bueno o sos malo. Sos negro o sos blanco. Sos de Boca, de River, de Racing, de Independiente, de San Lorenzo, etc, pero de algún cuadro sos. Sos piola, bobo, inteligente, simpático, gracioso, amargo, serio, tranquilo, nervioso, culto, bruto, buena gente, mala gente, sincero, mentiroso. La corto acá, pero podría seguir por siglos.
En ese casi inevitable intento por encasillar todo lo que nos rodea, la política no está exenta. Siempre -o casi siempre- hay ese impulso que nos obliga a decir "este es de derecha", o "este es de izquierda". Una cosa así, bastante binaria.
Pero resulta que a veces la cosa -siempre hablando en términos políticos- no es tan sencilla como pareciera ser.
Yo, por ejemplo, soy un confeso y contento "K". Kirchnerista, adepto al gobierno, soldado de Cristina, para los que no me entienden.
He recibido "halagos" de lo más variados en todo este tiempo. Algunos me dicen que soy un "zurdo irrecuperable". Otros, que soy un "derechoso incurable". Es gracioso, porque yo soy la misma persona. Sin embargo, mi ubicación política varía depende de quién me clasifique. Puedo ser un defensor de lo más oscuro de la derecha tanto como puedo ser un vocero del comunismo más acérrimo, dependiendo de quién me esté hablando.
Yo no me considero ninguna de esas dos cosas, pero así es cómo me ven algunas personas.
Es curioso -repito- cómo a veces uno pone en un lugar al otro, un lugar inamovible y cierto, y no lo saca de ahí. También encuentro curioso el lugar en el que alguien -quien sea- ubica a X persona, sin que esa persona se reconozca en el lugar ubicado.
Y lo que más curioso encuentro es el hecho de que yo, por ejemplo, no me veo reflejado en ninguno de los dos lugares (izquierda-derecha) en los que me ubican.
Porque según "ellos", para ser de izquierda tengo que aborrecer cualquier medida que se encuadre dentro del capitalismo. Y para ser de derecha, tengo que estar a favor de un Estado ausente y de las leyes que impone el mercado. Y la realidad es que no estoy de acuerdo con ninguna de esas cosas. ¿Y entonces? En dónde estoy? ¿Soy de derecha o soy de izquierda?
¿Dónde me ubico si creo que el Estado tiene que tener un papel primordial en la vida de la gente, pero al mismo tiempo creo que no se puede sacar a relucir la onda sacapecho y expropiar todo?
¿Dónde me ubico si creo que nacionalizar el 51% de YPF es motivo de festejo, y no que "no se expropió lo suficiente" o se "le robó el derecho de los privados" al sacarle ese 51%?
¿Dónde me ubico si creo que la Barrick es un error garrafal pero estoy de acuerdo con la minería?
¿Dónde me pongo si pienso que la deuda externa es ilegal pero creo que el pago al FMI, con todas las quitas que se hicieron, estuvo bien planteado?
¿En qué categoría me encuadro si acepto el mundo capitalista en el que vivimos pero busco la mejor forma de vivir en él, para que la mayor parte de mi pueblo la pase lo mejor posible en su vida diaria? ¿Dónde me ubico si acepto las cartas de un juego, sucio desde el vamos, para intentar que aquellos que no saben de esas cuestiones de trampas y embrollos estén aunque sea un poquito mejor?

¿Dónde me ubico yo?
¿Dónde me ubicás vos si pienso así?
¿Estoy a la derecha o a la izquierda?

Creo yo que hay ideas, posturas, pensamientos inclasificables. Inclasificables en el sentido binario en el que uno piensa las cosas, por lo menos.
Derecha, izquierda, y por supuesto que hay un abismo entre uno y otro. Si a mí me preguntás, yo prefiero todo lo que esté del centro a la izquierda, nunca a la derecha. Sin llegar a la extrema izquierda, por supuesto: creo que es ahí donde el círculo se cierra y se enlaza con el otro lado. O sea, la derecha.

Pero lo cierto es que yo pienso de determinada manera, y apoyo algo en consecuencia, y ahí me caen los convencidos de un lado y del otro a decirme dónde pertenezco, dónde tengo que ir. Y -la verdad- yo no me veo en ninguno de esos lados a los que me mandan (ni siquiera a la mierda, que es un sitio al que me envían asiduamente).
No sé si estaré yo demasiado desorientado... o si los desorientados serán los que me mandan a un lado o al otro.

jueves, 21 de marzo de 2013

Teoría de los dos demonios: justificando lo injustificable

Cuando se habla de la dictadura cívico-militar de 1976, algunas personas (por lo general defensoras de los golpistas) tienden a sacar a relucir una teoría bastante dudosa: la de los dos demonios. Esa que dice una especie de "bueno, sí, los militares estuvieron mal en secuestrar y torturar a tanta gente... pero del otro lado no se quedaban atrás, ehhhh".
Esa idea de instalar que había dos males antagónicos en el país, que lo que ocurrió en realidad fue "una guerra", que había dos bandos y entre ellos se "peleaban".
Yo encuentro que esa teoría es una idea descabellada, la mire por donde se la mire.

Fuerzas NO iguales
Para empezar, no hubo nunca dos "males antagónicos" en igualdad de condiciones. Decir eso es como afirmar que una banda de chorros es lo mismo que la fuerza policial en su conjunto.
¿Decís que los Montoneros, el ERP eran asesinos porque ponían bombas? Está bien, decilo. Aún así, seguían siendo una banda -más o menos organizada, eso no importa- que delinquía. No eran un Estado (con todo lo que eso representa y conlleva) a cargo de los destinos del país. No había ni hubo nunca "igualdad de condiciones". No se puede comparar una organización terrorista con el aparato estatal. Sencillamente no es comparable.

Alguna que otra persona me ha corrido con la gente asesinada por los Montos, por ejemplo. Mi respuesta siempre es la misma:
Eso no tiene nada que ver con un plan sistemático de aniquilación llevado a cabo por parte del que ese entonces era el Estado (usurpado e ilegal desde el vamos, encima). Los campos de concentración en los que se mantenía a la gente durante meses e incluso años torturándola, los asesinatos en masa que se cometieron por parte del estado, la apropiación de más de 500 bebés y ni siquiera nombro el saqueo de bienes porque queda chico al lado de lo nombrado anteriormente.
Eso de querer comparar terrorismo con terrorismo de Estado es algo que no tiene ni pies ni cabeza. Los delitos que cometieron los guerrilleros son delitos comunes que atañen a la justicia común. En cambio, cualquier delito cometido por el Estado es un crimen más grave. Y no es que lo digo yo de caprichoso que soy: está contemplado así por la ley.
Por ejemplo: que un policía mate a alguien acarrea una pena más alta que si que lo hace un civil, y esto tiene una lógica: el policía se supone que está para proteger la ley, no para violarla. El civil no tiene esa obligación, la de proteger, la de ser vigilante de la ley.
Bajo ese mismo criterio, el Estado no debe jamás levantar su mano contra el pueblo, por más culpable que sea un individuo que cometió un delito.
A ver si nos entendemos: lo que debe hacer el Estado es apresar al infractor y someterlo a juicio. No secuestrarlo, torturarlo y matarlo.
Si el Estado -que está obligado por ley a protegernos- nos mata, siempre va a tener una sanción más grande que aquella que se le de a un tipo cualquiera que mata a otro.
Lo cual me lleva directamente a otro asunto

Los delitos de lesa humanidad
Los delitos de lesa humanidad son aquellos cometidos por el Estado de cualquier país. Estos delitos no prescriben, y la razón es que un delito cometido por el Estado siempre se considera más grave que el mismo delito cometido por un civil.
Los delitos cometidos por los Monto -por ejemplo- no son considerados de lesa humanidad por la sencilla razón que los Monto no eran el Estado. Por lo cual, y aunque joda, prescriben. Los de los militares no, porque ellos eran el Estado (ilegal, pero estado al fin) en ese momento.
Para pasarlo en limpio:
Todas las bombas que pusieron los guerrilleros, todos los atentados que hicieron, todo eso son delitos comunes, como podría ser un HDP que hoy viene y te mata a un amigo o familiar.
Lo que hizo la dictadura fue amparado por el mismo Estado, ya que ellos lo eran. Y eso significa que el Poder Ejecutivo, la ley, la policía, la gendarmería... todo lo que se te ocurra los encubría. Eso es más grave, mucho más grave, para la lógica básica y para la justicia. Porque los militares -al ser el estado- tenían 100% de impunidad asegurada de todos lados que uno pueda imaginar.

Y eso sólo hablando de las organizaciones guerrilleras. Que dicho sea de paso, para el año 1975 ya estaban prácticamente aniquiladas. El golpe se dio en el 76, momento para el cual ya no había "amenaza real" por parte de ningún "monto". Así que en realidad, la excusa de la  supuesta guerra es sólo eso: una excusa.

"Guerrilla"
Pero ojo, porque el tema "guerrilla" es nada más que otro intento de los golpistas y sus defensores para justificar lo injustificable, que es un golpe de Estado.
Es bien sabido (por todos aquellos que quieren ver) que muchísimas personas secuestradas no representaban peligro alguno para nadie.
¿O me van a decir que los pibes de La Noche de los Lápices eran guerrilleros por pedir el boleto estudiantil?
¿O que el negrito Floreal Avellaneda, de 15 años, era un peligro para la sociedad? Al Negrito se lo llevaron de su casa porque no encontraron a su padre, a quien estaban buscando. Y lo torturaron, a un pendejo de quince años, y lo empalaron. Si no saben lo que es un empalamiento, vayan a Google.
¿O que Pablo Míguez era un ponebombas? Pablo era un chico de 14 años cuando se lo llevaron a la ESMA, entre otros lugares en los que estuvo. Decime vos qué cosa tan horripilante podía haber hecho ese nene que amerite que lo torturen y asesinen.
¿Y las monjas francesas que secuestraron y asesinaron? ¿Acaso ellas también eran violentas?
¿Y los sacerdotes Yorio y Jalics (tan en boca de todos en estos días "papales")?
¿Y Claudio Tamburrini, jugador de fútbol, arquero de Almagro, que fue secuestrado en 1977? ¿Qué hacía él? ¿Acribillar gente a pelotazos, acaso?

Podría seguir durante días nombrando personas "chupadas", torturadas y asesinadas que NO ERAN guerrilleros ni nada que se le parezca. Esos que nombré más arriba son sólo aquellos que lograron tener nombre en el erario público, pero imagínense la cantidad de vidas similares que se llevaron los genocidas.
El verso de la "guerrilla" es nada más que eso: VERSO. A ver cuándo lo entienden todos aquellos que gritan a los cuatro vientos la palabra guerra con tanta liviandad.

Para finalizar
Estoy dejando afuera algunos factores, porque si no lo hago, esta entrada sería interminable. Pero quiero nombrar brevemente sólo uno de ellos: el robo de bebés. Esa atrocidad también la hicieron los militares y los civiles cómplices en esa época. No sé si te imaginás la real dimensión que tiene eso, pero pensalo un minuto: le robaban los bebés a las madres que parían en los campos de concentración. Y no sólo eso, sino que a esos bebés los anotaban como propios y nunca les decían su origen.
Ni siquiera en la guerra más cruenta se hizo eso.
Y esto no era ni siquiera eso, una guerra.

Y enlazando una cosa con otra, quiero que algo quede bien pero BIEN en claro:
Acá no hubo ninguna guerra.
Acá no hubieron dos bandos.
Acá no hubieron dos demonios.
Acá hubo uno sólo.
Ese demonio se llamó DICTADURA.

lunes, 18 de marzo de 2013

Francisco/Bergoglio. Un pensamiento

Intro necesaria
A esta altura del partido, creo que todos saben lo que yo pienso, cómo pienso y por qué lo pienso. Y -creo y espero- que sepan que siempre hablo desde la más absoluta honestidad. Aunque a veces les parezcan idioteces las que digo, y seguramente lo sean. Pero más allá de eso, siempre me manejé con la más absoluta de las honestidades, para con ustedes y para con mí mismo.
Nunca hice esto, pero esta vez, le voy a pedir perdón de antemano a quien sea se sienta ofendido o incómodo con lo que voy a decir.

Al grano
No voy a atacar a Bergoglio, o Francisco, tal es su nuevo nombre papal. No lo voy a hacer. Por lo menos, no por lo que ustedes esperan.
Sé que Bergoglio atacó al matrimonio igualitario con actitud cavernícola. Amigos, sean sinceros... ¿ustedes esperaban algo distinto de un cardenal de la iglesia católica? No hubo nada que no me esperara, y (espero) ninguno de ustedes. Nada sorprendente en esa postura, ni en la de adopción por parte de personas gay, que, por supuesto, fue adversa.
Sé también que se tiró contra este gobierno, al que yo considero uno de los mejores de la historia. Pero ¿eso me alcanza para condenarlo? Ciertamente no.

Lo realmente complicado con respecto al nuevo papa Francisco es su alegada benevolencia con la dictadura.
Y - con respecto a eso- no encontré nada firme y/o irrefutable que lo una. Sé que hay dos clérigos (Orlando Yorio y Francisco Jalics) que lo han acusado de entregarlos. Pero lo cierto es que esto nunca se comprobó. La justicia nunca dijo que Bergoglio haya hecho eso. Por lo cual, tengo que pensar que Bergoglio nunca lo hizo. Porque creo en la justicia y en la idoneidad de los investigadores y abogados. Si ellos llegaron a la conclusión de que el Papa Francisco no tuvo nada que ver con eso, yo les tengo que creer. Así como creo en la justicia cuando condenan a un genocida de esa misma dictadura que varias personas respetables para mí dicen que Bergoglio apañó. Si creo en la justicia, tengo que creer siempre, no sólo cuando me conviene o se ajusta a mi visión de las cosas.
Hay otra gente, además, que parece o es muy respetable, que lo defiende. No puedo hacer la vista gorda ni pretender que no lo escuché.
Perez Esquivel, un tipo al que respeto, dice que no cree que Bergoglio haya sido cómplice.
Lo mismo dice Mariotto, otra persona a la que respeto, y que parece conocer al Papa más que yo, por lo menos.
Cristina... se me hace que la Presi -a pesar de tener sus diferencias- está contenta, o por lo menos conforme, con esta nueva designación.
Una amiga del flamante Papa -no recuerdo su nombre en este momento- declaró que Bergoglio hizo que una persona bajo riesgo de ser "chupada" pudo dejar el país gracias a que Bergoglio le prestó sus documentos. Eso no es precisamente ser cómplice de la dictadura.

Conclusión inconclusa
Hubieron varias personas que me preguntaron acerca de lo que pienso del nuevo Papa. Por eso es que estoy haciendo esta publicación.
La verdad les digo: no sé qué pensar ni qué decir con respecto a Francisco/Bergoglio. Además de lo que ya me leyeron más arriba, esto es.
"Ambiguo" es la palabra que más me resuena en la cabeza. Pero -de verdad, amigos- no sé qué otra cosa decirles.

Lo único que sé de posta hoy por hoy es que habemus papam. Y que ese Papa es Argentino.
Nada más.
Estoy seguro que los convencidos de un lado y de otro me putearán y pensarán "¿pero este pendejo es idiota o qué?"
Seguramente todos y todas tengan razón: soy un gil enorme. Pero no puedo escribir algo y no decir lo que pienso. Y lo que pienso es esto que les dije. Que ni yo mismo sé qué es.

jueves, 14 de marzo de 2013

Habemus papam. Y es argentinus. Y es Bergoglius

Ya todos saben que en el día de ayer se designó a Jorge Bergoglio como el nuevo papa, ahora conocido como el Papa Francisco. En fin, no creo que tenga que anoticiar a nadie sobre esto, porque calculo que para este momento ya todos lo saben. Así que bla bla bla, papa, nuevo, argentino, etc. No es eso en lo que quiero hacer hincapié, sino en otra cosa. En dos cosas, para ser más puntuales.
La primera:

1. Quién es Bergoglio
El nuevo papa (cuack!).
Hoy escuché muchas cosas sobre él. Debo decir que algunas de ellas fueron buenas.
Como por ejemplo, un grupo de gente de la Villa 31 (sí, esa en la que laburó el gran Padre Mugica). Ellos dijeron que estaban felices por el nuevo papa. Contaron que cuando la triple A lo asesinó, Bergoglio fue hasta la Villa y estuvo con la gente del barrio.
También escuché a una amiga de él que dijo "por fin tenemos un papa Peronista".
Ví videos de Bergoglio dándole palos a Menem y De la Rúa.

Olvídense de mis reacciones cuando vi y escuché tales cosas. Les quiero decir lo que ví y escuché, con toda la honestidad que tengo, no mis apreciaciones. Lo que oí fue eso.
Y especialmente lo de los de la 31 fue lo que más me desarmó. Porque esa era gente humilde que no tiene más interés que el de vivir dignamente. Y lo que decían, lo decían de corazón, o al menos eso me pareció.

Pero también sé que a Francisco, cuando era Bergoglio, se lo ha acusado de amparar a genocidas tales como Videla, Massera, Acosta y tantos más.
Hay dos sacerdotes que declararon abiertamente que Bergoglio los entregó a la dictadura militar. Así de una, lisa y llanamente. Esos sacerdotes son Orlando Yorio y Francisco Jalics.
También fue citado a declarar en una de las tantas causas por apropiación de bebés en la dictadura militar. ¿Por qué? Porque un hombre -padre de una desaparecida- le envió varias cartas cuando Francisco dirigía a los jesuitas, pidiéndole ayuda para encontrar a su hija y nieta desaparecidas. En dos ocasiones, Bergoglio se amparó en el derecho constitucional de negarse a declarar. Cuando finalmente lo hizo, en 2010, la abogada de derechos humanos Myriam Bregman dijo que respondió con evasivas.
Por supuesto, y debo decirlo, esto no es prueba alguna de que haya cometido un delito.
Pero qué quieren que les diga, y llámenme prejuicioso si quieren, todo bien. Pero este tipo de apoyos:


Este tipo de apoyos me hacen pensar lo peor. Porque si un sorete como la Pando está feliz, eso quiere decir que -como mínimo- algo no anda tan bien como cualquier buena persona lo podría pensar.

Bergoglio también fue aquel que emprendió "una guerra de Dios" contra el matrimonio igualitario en Argentina, allá por el 2010. Hasta dijo que "es la pretensión destructiva al plan de Dios". Así, tan retrógrado como lo leés. Sólo porque había gente que quería casarse y tener los mismos derechos que todos nosotros, los heterosexuales.

2. Bergoglio y la gente
(No, juro que ese título no fue puesto adrede)
Copio y pego lo que puse en mi face:

Debo decir que creo (creo) que mi vieja estaría no sé si decir "contenta", pero sí satisfecha con la designación de Bergoglio como papa.
Era más creyente que yo, y más inocente y despolitizada también. Pienso que le habría gustado la idea de "un papa argentino", sin pensar demasiado en nada más.
Con esto qué quiero decir: hay gente buena, copada de verdad, que no es mal intencionada ni defiende genocidas que -además- capaz es muy creyente y la idea de un papa argentino le gusta. Aunque sea para pensar que estamos un poco más cerca de eso de "Dios es argentino", qué sé yo.
No todo aquel que se pone contento con lo de Bergoglio es un HDP. No hay que ser tan cerrado tampoco.
Abrazo a todxs!

Queridos lectores, amigos de tantas entradas, pensamientos, derrapes y opiniones: No sean tan rápidos a la hora de juzgar y condenar a quien vean se alegra por el nuevo papado. Una cosa es el nuevo papa y otra cosa es el pueblo. No el 100%, obviamente, pero igual.
La doña que te cruzás en el almacén, el flaco al que le llevás el auto a arreglar, la vecina que te saluda cuando volvés a tu casa, el pibe que te vende el boleto de tren y tantos más, esos no son tus enemigos. Si alguno de ellos -o más de uno- está contento por el nuevo Francisco, no lo ataques al pedo. No seas tan cabeza de tacho. Por más que vos seas ateo, o creyente pero sepas lo que es Bergoglio, o lo intuyas, o lo pienses. No te pongas del otro lado de ese que te cruzás en el almacén, o en el taller, o en la calle, o en la estación. Pensá. Hay muy buena gente que no merece ser tratada como HDP ni como idiota.
Si pensás que lo que apoyan está mal, charlá. Conversá, discutí, preguntá por qué, convencé. De nada vale patotear a quien no lo merece.

Lo que Bergoglio es, es una cosa. Lo que sientan algunas personas -muchas, pocas o muchísimas- es otra.
A no confundir peras con manzanas, por favor.

martes, 12 de marzo de 2013

Caradurismo. Nivel: defensora de Pando

Pero mirá vos el nivel de caradurismo que tiene esta señora llamada Ana Delia Magi de Barreiro, che. Y todos los firmantes también, debo añadir.


Esto lo dijo (o lo escribió, debería decir) en la sección "Cartas de lectores" del diario La Nación (cuando no). Acá
Yo no sé si eso que subrayé en la imagen es una mentira flagrante o una tergiversación de la más baja estofa. ¿Por qué lo digo? Por lo siguiente:
Si esta señora dice que Cecilia Pando -quien fue condenada por arruinar el lugar de Plaza de Mayo en homenaje a las Madres- no pintó en ese espacio, es una mentira flagrante. Dicho sea de paso, la mentirosa de la Pando también lo dijo en el juicio.
Peeero...


In your face, Chechu. Hasta las manos, mentiste en el juicio como la rata defensora de ratas genocidas que sos. Pintaste sobre el espacio, por más que intentes falsear la verdad. Así como lo hacés cada vez que defendés a esos imperdonables que torturaron y asesinaron a miles y se robaron sus bebés.
Así que, si lo que dice doña Ana Delia Magi de Barreiro es que las pintadas no existieron, y que Cecilia pando no participó activamente de ellas, está mintiendo.

Y si lo que quiere decir es que no pintaron literalmente sobre la parte de los pañuelos en sí, es una tergiversación de la más baja estofa.
Suponete que no hayan pintado exactamente SOBRE los pañuelos, sino al costado. Ponele que haya sido así.
¿Y? Sigue siendo delito.
No me digas, querida Ana Delia, que vos dirías por ejemplo: "no, pero la cabeza de San Martín no la pinté. Yo pinté el caballo" para defenderte de haber arruinado una estatua, de haber cometido un delito. Porque no sólo es bajo, sino que es bien de bobos esgrimir un argumento de ese tipo para justificar lo injustificable.

A veces hay gente que dice cosas que son el colmo. Y yo tengo la idea de que cuando el colmo se va muuuy al colmo, ya aterriza sin escalas en lo estúpido.
Pero más allá de este caradurismo que sólo puede tener una defensora de Pando, me alegra ver que se condenó a esta delincuente por el delito que cometió. Eso quiere decir que en la Argentina cada vez hay menos hijos de Pando y más buena gente.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Hasta siempre, querido Comandante

Ayer, 5 de Marzo de 2013, nos dejaba quizás el líder más importante de Latinoamérica de las últimas décadas. Lo llora Venezuela, su querida tierra, pero en realidad lo lloramos en toda la patria grande.
No me voy a extender mucho en mi diatriba sentimentalista y sensiblera, porque podría llorar palabras hasta el año que viene.
En cambio, lo que voy a hacer es dejarles los pensamientos que diversos hombres y mujeres del ámbito mundial han dicho y escrito acerca de este hombre, Hugo Chávez, que se nos fue un poquito y nos dejó un montón.
Pero no cualquier pensamiento y de cualquier persona.
Ya habrá tiempo de dedicarle su espacio a los "propios", a los líderes y personalidades de nuestra querida Patria Grande. Que -finalmente- son los que más importan.
¿Y por qué? Porque esas declaraciones las vamos a ver por todos lados, como corresponde.

Lo que les quiero dejar son las palabras de algunas personas que opinan desde "el otro lado del mundo", los que hablan desde ese lugar cuyo gobierno no ha hecho más que demonizar a Chávez por el simple hecho de que los jodía. Los jodía con su independencia, con su no prestarse a ser su patio trasero, con negarse a ser el forro de ellos. Los jodía con su dignidad con su "alca, alca, al carajo" y su "aquí huele a azufre".
Y en el medio de ese nido de ratas -llamado gobierno de los EEUU- que siempre quiso derrotar a Chávez y nunca pudo, aparecen estas personas sensibles, inteligentes, despiertas y buenas. Buena gente, que le dicen.
Son "Los gringos con Cabeza Despejada", como los llamo yo.
Aquí les van.


Oliver Stone












Lloro a un gran héroe de la mayoría de su gente y aquellos que luchan en el mundo.
Odiado por las clases dominantes, Hugo Chavez vivirá para siempre en la historia.
Mi amigo, descansa finalmente en la paz que te has ganado.



Sean Penn














Hoy, la gente de EEUU perdió un amigo que no sabía que tenía. Y la gente pobre de todo el mundo perdió a un campeón. Yo perdí a un amigo del que me sentía bendecido por tener. Mis pensamientos van para la familia del Presidente Chavez y el pueblo Venezolano.
Venezuela y su revolución continuarán bajo el liderazgo de Maduro.



Michael Moore


























Hugo Chávez declaró que el petróleo le pertenecía al pueblo. Usó el petróleo y eliminó el 75% de la pobreza extrema, brindó salud y educación gratuita para todos. Eso lo convirtió en peligroso. EEUU aprobó un golpe para derrocarlo, aunque él era el presidente electo democráticamente.
No escucharán muchas cosas buenas acerca de él en la prensa de los EEUU en los próximos días. Así que pensé en decir un par de cosas para balancear.
Antes de que nos metieran en la guerra de Irak, la prensa de EEUU estaba ocupada vivando el derrocamiento de Chávez.
54 países alrededor del mundo permitieron a los EEUU detener (y torturar) sospechosos. América Latina, gracias a Chávez, fue el único lugar que dijo "no".
Festival de Venecia, 2009. Nos dijeron que Hugo Chávez se estaba quedando en la habitación de arriba nuestro. Y lo estaba. Hablamos por más de una hora. Me dijo que estaba contento de conocer finalmente a alguien a quien Bush odiara más que a él.


Jimmy Carter
































STOP, ALTO.
Acá Jimmy se fue a la mierda (a mi entender), y entró en la variante tan conocida de la "reconciliación nacional". Que todos sabemos a lo que remite, por lo menos en Argentina.
Ok, sigamos.













Palabras de algunos gringos con la cabeza despejada.
Y les dejo -por último- las palabras de un sudaca con la cabeza puesta en el sur (o sea yo):

Sepan todos los pueblos de América Latina que Hugo Chávez no se entierra: se siembra

Pa' lante, Comandante. Saludos.