Hace escasos días fui a la casa de unos amigos, y me reencontré con una conocida (amiga de mis amigos) a la que no veía hacía -ponele- 4 años. En aquel momento ella era creyente y yo también. O algo así, me educaron para creer, así que no me cuestionaba mucho la cosa. Pero esta última vez que nos vimos, ella continuaba siendo creyente (muy) y yo... bueno, yo no.
No recuerdo por qué surgió el tema de Dios, pero la cosa es que nos enganchamos a hablar sobre eso. Más que nada -supongo- porque ella estaba curiosa por saber el por qué de mi cambio. Que debe haber sido abrupto para ella, claro, porque la última vez que me vio yo creía, pero que en realidad tomó más de 4 años, y sigue.
Ella estaba "bastante decepcionada" (así me dijo) de que yo haya "abandonado al Señor" (así me dijo, también). Y yo le intentaba explicar que en realidad no se puede abandonar algo que nunca se adoptó, no de motu propio, por lo menos, sino que había sido algo impuesto que nunca me había planteado, y cuando me lo planteé, me surgieron todas las dudas que me llevaron a no creer más el día de hoy.
En un momento de la charla, yo le dije que una de las razones por las cuales no podía creer en Dios era porque no tenía ninguna prueba, ninguna evidencia de que -en efecto- exista. Ante algo tan grande y tan omnipotente como debería ser la presencia de Dios, necesito tener un mínimo comprobante de que el tipo es posta, que no es un invento más del hombre. No lo veo, no lo escucho, no lo toco, nada. Y no soy solo yo, sino que nadie lo ha hecho a lo largo de la historia de la humanidad. Nada, cero.
Cuando le dije eso, ella me respondió:
"Dios es como el viento. No lo puedo ver, pero lo puedo sentir".
Es un lindo pensamiento. Ojalá el realismo mágico nos funcionara a todos, pero lo cierto es que a mí no me funciona, así que le respondí:
"Sí, lo sentís mediante la piel. El viento es palpable, comprobable, se explica lógicamente, la ciencia te lo explica. Por ejemplo, la ciencia de la física. ¿Qué ciencia me explica a Dios?"
La piba -que no es tonta, les digo- encontró que lo que yo le decía era lógico. Pero enseguida me dijo que "la ciencia se equivocó miles de veces, y además nunca pudo comprobar que NO existiera".
Es cierto. La ciencia -ninguna ciencia- comprobó nunca que Dios no existiera, en esa le doy la derecha. Pero eso es porque la ciencia se basa en comprobar la existencia de algo, no la falta de dicha existencia. Se estudia sobre lo observable, sobre lo que se puede ver de alguna u otra manera, o hace proyecciones lógicas acerca de un evento. La ciencia no toma algo al azar y dice "ok, dale, digamos que esto existe, que esto es así". No importa si se comprueba o no.
En fin, digamos que en ese punto entramos en un vacío legal. No había nada científicamente comprobable que ella me pudiera arrojar.
Sea como sea, conversamos bien. Con respeto, buena onda, disidencias, si, por supuesto, pero con onda. No nos pusimos de acuerdo, de más está decir.
Pero creo que lo más notorio y significativo -para mí, por lo menos- se dio ante una pregunta de ella, la creyente.
Me preguntó "¿y por qué no creés?"
Instantáneamente le respondí "¿y por qué sí?".
Creo que ahí radica la pregunta clave de toda esta conversación. ¿Por qué tengo que creer? Digo, ¿cuál es la necesidad imperiosa de creer en algo que se llama Dios? O Alá, o Buda, o como le quieran decir. ¿Porque de otra manera hay cosas que no puedo explicar? ¿Es Dios la manera de que todo cierre, de explicar hasta lo inexplicable?
Ok, pongamos que es así.
¿Por qué tengo que tener la respuesta a todo? Yo como individuo o el ser humano como conjunto. Durante siglos no tuvimos la respuesta a miles, millones de cosas. Hasta que un día, porque alguien investigó lo suficiente y se basó en la lógica de la ciencia, tuvimos la respuesta a eso que antes no sabíamos.
Yo no necesito a Dios para explicar aquello de lo que aún no tengo respuesta. Simplemente digo "no lo sé", y espero y en el camino busco una explicación.
Personalmente, pienso que Dios es algo a lo que muchos se aferran cuando no tienen la respuesta a algo. O es una cosa que conocieron desde su nacimiento, por costumbre familiar. Y todo bien, no me jode, cada uno es libre de creer en lo que quiera. Yo no lo necesito. No necesito que TOOODO el mundo y sus misterios se me develen ya, y por lo tanto, no necesito una "respuesta" que me haga dormir tranquilo a la noche, porque "sé" que todo cierra.
Hay cosas que no sé. Y que probablemente muera sin saber. Pero como dijo Tim Minchin:
"A través de la historia, todo misterio resuelto ha resultado ser no mágico".
Así que todo bien con la gente creyente. No me joden, no me molestan (a menos que me quieran "convertir") y qué bueno que sean felices creyendo en Dios.
Yo no creo.
Y soy feliz también.
PD: los dejo con este video de Tim Minchin (al cual nombré un toque más arriba) que creo que es genial.
Opiniones personales sobre diversos temas. De vez en cuando, información que no se encuentra en otros lados (al menos no tan fácilmente). Puntos de vista individuales para las masas, interpretaciones varias sobre el mundo que nos rodea. En pocas palabras: sitio en el que se habla de la realidad. Realidad que es tan objetiva o subjetiva como cada uno la quiera o la pueda ver.
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