Nada de esa chupada de medias noventosa, y lejos de las relaciones carnales en las que éramos nosotros los que teníamos que poner el culo. El mensaje fue claro: no estás en yankilandia chango, estás en Argentina y Argentina tiene leyes que vas a respetar... y si no te gusta, no vengas que nadie te obliga. Punto.
Hablando de esto con mi viejo, me dijo: por fin tenemos un gobierno que no me averguenza ni me hace quedar como un chupamedias pusilánime de ningún país, por fin me siento DIGNO con las personas que me representan.
La verdad que yo también.
Timerman... gracias totales.
1 comentario:
El tema no reside en enfrentarnos al adversario en cualquier circunstancia sino saber elegir el momento y el lugar. La independencia en política exterior no es una cuestión de retórica sino de estrategia.
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